En la provincia de Girona, el verano de 2025 está dejando estampas poco habituales en pleno periodo vacacional. Tras un mes de julio que ya ha sorprendido a propios y extraños por sus registros pluviométricos, el arranque de agosto mantiene la incertidumbre y la atención de vecinos y visitantes en el noreste de Catalunya. Mientras muchos esperan jornadas tranquilas bajo el sol, el cielo se reserva todavía protagonismo en buena parte de la región.
Las últimas semanas han sido testigo de episodios meteorológicos que pasarán a la historia reciente de la zona. Localidades como Salt, Banyoles o Girona han vivido jornadas marcadas por la lluvia, con acumulados que superan ampliamente los valores normales para esta época del año. Esta situación, lejos de remitir, parece que seguirá condicionando la dinámica atmosférica de los próximos días, con nuevas alertas que refuerzan la excepcionalidad de este verano.
La situación actual: lluvias que no dan tregua en Girona
El Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) ha activado una nueva alerta por lluvias intensas que afecta de lleno a seis comarcas de Girona: Ripollès, Osona, la Garrotxa, Selva, Gironès y Pla de l'Estany. Según los últimos avisos, durante la primera mitad de la jornada se esperan chubascos dispersos en el litoral y prelitoral central, pero será por la tarde cuando la atención se desplace a las comarcas interiores del noreste, donde las precipitaciones pueden alcanzar intensidad fuerte de forma puntual.

Los modelos apuntan a la formación de chubascos intensos y de corta duración en estas zonas, acompañados ocasionalmente de tormenta e incluso de episodios de calamarsa o piedra pequeña. Aunque en conjunto la precipitación acumulada puede ser moderada, se prevé que en determinados puntos, especialmente en el interior de la provincia, se registren valores localmente abundantes.
Un julio histórico: registros inéditos en Salt, Banyoles y Girona
El mes de julio de 2025 ya ha quedado registrado como uno de los más lluviosos de los últimos cien años en el conjunto de Catalunya y, muy especialmente, en la provincia de Girona. Según los datos oficiales de Meteocat, comarcas como el Gironès, la Garrotxa o Pla de l’Estany han alcanzado máximos que no se veían desde mediados del siglo pasado. Ciudades como Salt y Banyoles han experimentado episodios de lluvia torrencial, acumulando en apenas unas horas lo equivalente a varias semanas de precipitaciones típicas de verano.
Este fenómeno no es casualidad ni aislado. El contexto meteorológico que vive Catalunya este verano responde a la persistencia de masas de aire húmedo y la influencia de bajas presiones que, al interactuar con el relieve del interior de Girona, favorecen la formación de tormentas locales, a menudo difíciles de prever en detalle.
Perspectiva para agosto: la tendencia sigue marcada por la inestabilidad
La entrada del mes de agosto no trae, por ahora, un cambio significativo en la dinámica atmosférica. El pronóstico indica que las comarcas señaladas seguirán bajo la influencia de la inestabilidad, al menos durante los próximos días. El aviso vigente contempla la posibilidad de superar los 20 mm en tan solo 30 minutos, un umbral que, si bien no es extremo, sí representa un riesgo en áreas urbanas y rurales sensibles a las inundaciones rápidas.
El mapa de riesgos actualizado por Meteocat sitúa el grado de peligro en un nivel 2 de 6, lo que implica precaución, especialmente en desplazamientos y actividades al aire libre en las zonas afectadas. Además, la distribución geográfica del fenómeno se concentra de forma local, lo que significa que algunos municipios pueden registrar tormentas intensas mientras localidades próximas apenas reciben unas gotas.