Mapa de Europa con una bandera de rayas rojas y amarillas superpuesta.

Ni España ni Francia: El país que prohíbe la bandera catalana en 2025

Su parlamento ha acordado legislar en este sentido

En Europa, hay un país que no es ni Francia ni España que ha demostrado su nacionalismo. No quiere banderas de otros estados o regiones y solo las permite bajo contadas ocasiones. En principio, dirías que es un país poco sospechoso de meterse en este tipo de problemas, pero su Parlamento ha legislado en este sentido.

A partir del 1 de enero de 2025, Dinamarca se convierte en el primer país europeo en prohibir explícitamente izar la bandera catalana, conocida como la senyera. Esta medida forma parte de una nueva legislación aprobada por el Parlamento danés, que restringe el uso de banderas extranjeras en territorio nacional, generando polémica tanto dentro como fuera de sus fronteras.

Una normativa que prioriza la bandera danesa

La legislación, impulsada por el Ministerio de Justicia de Dinamarca, busca reforzar el simbolismo de la Dannebrog, la bandera nacional danesa. Según el ministro Peter Hummelgaard, la Dannebrog "es el símbolo nacional más importante" y, por ello, debe ocupar un lugar privilegiado en el país. La nueva ley establece que, por regla general, solo se podrá izar esta bandera desde los mástiles públicos y privados.

El texto legal menciona explícitamente la prohibición de izar banderas de ciertas regiones extranjeras, incluyendo la senyera catalana y la bandera del Tíbet, además de banderas nacionales como la estadounidense, rusa o española. Este enfoque selectivo ha generado críticas por considerarse una medida discriminatoria que afecta directamente a regiones con reivindicaciones políticas y culturales específicas.

Mujer pensativa con un suéter naranja frente a una bandera catalana ondeando sobre una ciudad.
Una senyera y una persona pensante | Dean Drobot, XCatalunya

Detalles de la nueva ley

La normativa no prohíbe totalmente la exhibición de banderas extranjeras, pero limita su uso a contextos específicos. Aunque no se podrán izar desde mástiles, se permite su exhibición en balcones, fachadas, manifestaciones y eventos deportivos. Entre las excepciones se incluyen:

Banderas de países nórdicos vecinos. Como Finlandia, Noruega, Suecia e Islandia.

Banderas de organizaciones internacionales. Como la ONU o la Unión Europea.

Autorizaciones especiales. Determinadas por el Ministerio de Justicia danés, como en el caso de la bandera de Ucrania.

Curiosamente, la prohibición no afecta a banderas no nacionales, como la bandera arcoíris o la pirata, ni a representaciones diplomáticas extranjeras.

Contexto histórico y reacciones en Dinamarca

Dinamarca ha tenido históricamente estrictas regulaciones sobre el uso de banderas extranjeras. Aunque el Tribunal Supremo derogó estas restricciones en 2023, el debate nacional sobre la identidad y los símbolos daneses llevó a su reinstauración. Los sectores nacionalistas celebran esta medida como un refuerzo de la identidad nacional, mientras que otros critican la ley por ir en contra de los valores europeos de diversidad y libertad de expresión.

El impacto en Catalunya y España

La inclusión explícita de la senyera catalana en el texto legal danés ha generado reacciones dispares en España. Para algunos, la prohibición representa una ingerencia en asuntos internos de Catalunya y un gesto que refuerza las aspiraciones de reconocimiento internacional de la región. Desde el gobierno catalán, la medida ha sido calificada como "un ataque a la libertad y la democracia".

Por otro lado, el gobierno español ha optado por mantenerse al margen, considerando esta decisión como una cuestión interna de Dinamarca. Sin embargo, sectores políticos en España han señalado la medida como un ejemplo del complejo debate sobre el reconocimiento de símbolos regionales en el ámbito europeo.

Un símbolo en el centro del debate

La prohibición de izar la senyera en Dinamarca trasciende el ámbito simbólico para convertirse en un nuevo episodio del debate sobre identidad, soberanía y diversidad en Europa. Mientras unos lo interpretan como una defensa de los valores nacionales daneses, otros lo ven como un paso atrás en la promoción de la pluralidad y el respeto a las culturas regionales. Lo cierto es que esta medida, que afecta directamente a Catalunya, no ha dejado a nadie indiferente.