El ambiente ha sido excepcionalmente tórrido durante toda la jornada dominical en gran parte del territorio catalán. Los pronósticos apuntaban a una subida implacable de los termómetros, situando este día como el más duro de la actual ola de calor. Sin embargo, un factor inesperado ha modificado ligeramente el guion previsto por los modelos meteorológicos más avanzados.
Una extraña neblina en altura, visible en la palidez del cielo, ha jugado un papel determinante en el registro final de las temperaturas. Este fenómeno atmosférico ha conseguido frenar, aunque sea levemente, lo que podría haber sido una jornada de récords históricos.
Un velo de humo como escudo atmosférico
La explicación a esta contención térmica se encuentra a miles de metros sobre nuestras cabezas, concretamente en las capas medias de la troposfera. El humo procedente de los devastadores incendios forestales que afectan a otras zonas del Estado ha viajado con las corrientes en altura.

Este velo de partículas ha actuado como un filtro solar, dispersando una parte de la radiación que llegaba a la superficie. Según ha informado el Servei Meteorològic de Catalunya, este agente ha inhibido la insolación directa con la suficiente eficacia para impedir que las temperaturas se dispararan todavía más. A pesar de este atenuante, el calor ha sido extremo y la sensación de bochorno ha resultado muy acusada durante todo el día.
El sur de Catalunya, un horno a pesar de todo
Aunque el humo frenó una escalada mayor, no pudo evitar que el mercurio alcanzase valores extraordinariamente elevados en comarcas específicas. El sur de Catalunya ha sido, sin duda, la zona más castigada por el rigor de esta tercera ola de calor del verano.
La estación de Miami Platja, en el Baix Camp, ha registrado la máxima de la jornada con unos sofocantes 40,7 grados centígrados. Muy cerca se han quedado otras localidades como Aldover con 40,4 grados, y tanto l'Ametlla de Mar como l'Espolla alcanzando los 40 grados. Estos registros confirman que el día ha sido el punto álgido del episodio.
Contrastes territoriales y la amenaza de tormentas secas
El mapa de temperaturas ha mostrado contrastes significativos a lo largo del territorio, reflejando la compleja orografía catalana. Mientras el sur ardía, en la ciudad de Barcelona el Observatori Fabra se quedaba en unos más moderados 32,4 grados.

Por su parte, Girona ha llegado hasta los 38,5 grados, mientras que Tarragona y Lleida han registrado valores más contenidos. En el otro extremo, las mínimas nocturnas ofrecieron un respiro en las zonas pirenaicas, como en Das, en la Cerdanya, donde el termómetro bajó hasta los 10 grados.
Este panorama se ha completado con la advertencia sobre la posible formación de alguna tormenta seca, un fenómeno de alto riesgo que genera aparato eléctrico pero deja escasa o nula precipitación, incrementando peligrosamente el peligro de incendio.
Noches tropicales antes del esperado alivio
El impacto del calor no terminará con la puesta de sol, ya que se mantiene el aviso por calor nocturno intenso. Las temperaturas mínimas se mantendrán muy por encima de los 25 grados en amplias zonas del litoral y prelitoral. Esta situación impide el descanso reparador y agrava la sensación de fatiga en la población más vulnerable.
Afortunadamente, los pronósticos indican un cambio de tendencia para el inicio de la próxima semana. Se espera que a partir del lunes las temperaturas comiencen un descenso progresivo que traerá un alivio térmico muy necesario. Mientras tanto, es fundamental extremar las precauciones, hidratarse constantemente y evitar cualquier actividad que pueda suponer un riesgo de incendio.