Pantano de Foix

Los embalses catalanes sufren un duro traspiés tres semanas después

La cuenca interna catalana se encuentra en un 74,66% de capacidad

La segunda ola de calor del verano ha comenzado a notarse en las reservas hídricas de Catalunya. Tras varias semanas en las que los descensos diarios habían sido suaves, la cuenca interna catalana ha registrado una caída del 0,20 % en tan solo veinticuatro horas. Este dato no se producía desde el pasado 23 de julio y supone un punto de inflexión en un verano que, hasta ahora, había destacado por su estabilidad.

En términos absolutos, los embalses catalanes se sitúan en el 74,66 % de su capacidad total, un nivel que sigue siendo excelente para esta época. Durante la última semana el retroceso acumulado ha sido de 1,24 %, mientras que en el último mes la pérdida alcanza el 3,45 %. La fotografía a noventa días confirma un descenso del 4,03 %, pero aun así los valores actuales se encuentran muy lejos de la situación crítica vivida en 2024. En aquel entonces, las reservas apenas superaban el 32 % y la sequía golpeaba con fuerza.

Positivismo en el análisis individual

El comportamiento individual de los embalses muestra realidades diversas. Sau ha vuelto a ser el más castigado y cae hasta el 61,99 %, confirmando su vulnerabilidad en periodos prolongados de calor intenso. También Darnius Boadella retrocede, situándose en el 62,61 %, mientras que Foix desciende ligeramente hasta un sólido 91,88 %.

Embalse de la Baells
Embassament de la Baells | Turisme del Berguedà

En contraste, Susqueda resiste y mantiene un 79,80 %, consolidándose como el embalse más estable del verano. Los grandes referentes como La Baells, Sant Ponç y La Llosa del Cavall apenas ceden unas décimas y continúan cerca del 90 %, lo que confirma el buen estado general.

El conflicto vuelve a aparecer en el eje Siurana–Riudecanyes, condicionado por el trasvase aprobado a principios de mes. Siurana ha descendido hasta un 15,88 %, un nivel muy preocupante que genera alarma en las entidades ecologistas y la población del Priorat. En cambio, Riudecanyes se mantiene en el 47,34 %, un porcentaje que sería impensable sin el aporte extraordinario procedente de su vecino. Esta medida, autorizada por la Agencia Catalana de l’Aigua, ha reavivado protestas en el territorio y un debate que estaba latente desde hacía dos años.

Aunque la pérdida del 0,20 % supone un traspiés respecto a la dinámica positiva mantenida desde finales del mes de julio, la situación general sigue siendo muy favorable. Catalunya encara la segunda mitad de agosto con un nivel de reservas que permite tranquilidad y aleja el fantasma de las restricciones inmediatas.

El gran interrogante es si la ola de calor consolidará este ritmo de descensos o si, como ha ocurrido en semanas anteriores, la tendencia volverá a suavizarse. Lo que está claro es que, pese a este cambio puntual, la cuenca interna catalana sigue siendo una de las grandes excepciones hídricas en España.