Los Bomberos utilizan una serie de estrategias coordinadas para evitar la propagación de incendios en áreas urbanas. Una de las principales tácticas es el uso de cortafuegos, que son barreras físicas creadas para frenar el avance del fuego.
Esto puede incluir la demolición de edificios ya afectados o el uso de grandes cantidades de agua y espuma para enfriar las estructuras circundantes y prevenir que las llamas las alcancen. También emplean equipos avanzados de ventilación para controlar la dirección del humo y el calor, impidiendo que el fuego encuentre oxígeno suficiente para seguir propagándose.
Otra técnica clave es la coordinación con los servicios de emergencia para evacuar rápidamente a las personas en riesgo. Con esto se asegura que las calles queden despejadas para el paso de los camiones de bomberos. Además, los Bomberos trabajan en red con sistemas de alarmas y rociadores automáticos que muchos edificios modernos tienen instalados, ayudando a controlar los incendios en sus fases iniciales.
Evitan la propagación de un incendio
El día de ayer, los 'Bombers' de la Generalitat de Catalunya estuvieron presentes en una pequeña localidad de la provincia de Barcelona, donde recibieron un aviso por un peligroso incendio. Los profesionales tuvieron la llamada de este aviso a las 20:24 horas por parte del 112, y rápidamente una dotación de los Bomberos se dirigió hacia el municipio de Calaf. Allí, se fueron a la calle Pujalt, donde se encontraron una imagen muy impactante.
Se trataba de un vehículo que estaba ardiendo con fuerza en el medio de la calzada. Además, la situación del coche era muy peligrosa, ya que estaba muy cerca de las viviendas del barrio, y podría haber acabado afectando a alguno de estos edificios. No obstante, gracias a la rápida actuación de los servicios se pudo extinguir el incendio sin tener que lamentar propagaciones ni heridos.
Lo único que tuvieron que hacer después de apagar el incendio fue ventilar un garaje y la escalera de un bloque cercano al coche incendiado, ya que había entrado humo. El coche afectado en cuestión no era eléctrico, sino uno de los míticos Citroën C-15. Este fue un vehículo comercial ligero que ganó gran popularidad desde su lanzamiento en 1984 hasta el fin de su producción en 2005.
Basado en la plataforma del Citroën Visa, se convirtió en un icono del trabajo diario en Europa, especialmente entre pequeños empresarios y agricultores. Su robustez, simplicidad mecánica y capacidad de carga (de hasta 600 kg) lo hicieron ideal para tareas de reparto y transporte en áreas tanto rurales como también urbanas.