Algunos delincuentes eligen huir a otros países para evadir la persecución policial debido a las diferencias en las legislaciones y sistemas judiciales entre naciones. Al cruzar fronteras, los delincuentes esperan beneficiarse de la falta de acuerdos de extradición, lo que dificulta que las autoridades del país donde cometieron el delito puedan solicitar su arresto y entrega. En muchas ocasiones, buscan refugiarse en países con sistemas legales menos rigurosos o donde la colaboración internacional en materia de justicia es limitada.
Este fenómeno se ha vuelto más complejo con la globalización y los avances tecnológicos, ya que muchos criminales utilizan identidades falsas, redes de contactos internacionales y criptomonedas para desaparecer y evitar ser rastreados. La facilidad para viajar sin ser detectado, sumada a la posibilidad de establecerse en países donde la corrupción es más prevalente, convierte a algunos territorios en destinos atractivos para quienes buscan huir de la justicia. Sin embargo, esta estrategia no siempre es exitosa, ya que algunos países han intensificado su cooperación con las agencias policiales internacionales, como Interpol, para localizar a fugitivos.
Pese a los esfuerzos internacionales, la capacidad de los delincuentes para huir y esconderse en otros países sigue siendo un desafío para la justicia. Las diferencias culturales, lingüísticas y administrativas entre naciones pueden retrasar la captura y extradición de los criminales, lo que les permite prolongar su vida en libertad. Aun así, los avances en la cooperación global y las redes de vigilancia transnacionales siguen evolucionando para reducir estos espacios de impunidad.
La investigación, finalizada
Los Mossos han finalizado la investigación por el homicidio de un hombre el pasado 11 de julio en las Casas de Alcanar con la detención de un hombre y una mujer en Bélgica y Alemania. Los arrestados tienen 30 y 34 años respectivamente. Los hechos se remontan al 11 de julio, cuando sobre las 17.30 horas la policía local alertó a los Mossos para que se dirigieran a un domicilio donde había un hombre muerto con indicios de criminalidad.
Los investigadores siguieron una línea encaminada a la que los presuntos autores habrían huido de Catalunya hacia Europa. Finalmente ubicaron al hombre en Lieja (Bélgica) y la mujer en Köln (Alemania). La coordinación con la Gendarmería y la policía nacional francesa, así como con las policías alemanas y belgas fue clave para detenerlos.
Ambos arrestados fueron extraditados a Catalunya y pasaron a disposición judicial del juzgado de instrucción 1 de Amposta. Había una orden europea de detención contra ambos detenidos.
Cuando se encontró a la víctima estaba atada y presentaba evidentes signos de violencia. Fueron los vecinos quienes alertaron en el 112 tras comprobar que el perro de la víctima llevaba bastante rato encerrado en la terraza, con la luz abierta. Fue entonces cuando acudieron agentes de la policía local y, posteriormente, con la ayuda de los bomberos, accedieron al inmueble y encontraron el cadáver.