La situación de los embalses en Catalunya sigue evolucionando bajo la lógica implacable del verano mediterráneo. Este martes, la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) ha lanzado un mensaje claro en sus canales oficiales: los próximos días serán complicados para las reservas hídricas, con una previsión de descensos continuados a causa de la combinación de altas temperaturas, mayor evaporación y una demanda creciente tanto en el ámbito doméstico como en el agrícola.
El propio organismo gestor ha compartido en redes sociales un vídeo didáctico en el que se explica la evolución de los embalses durante el verano. Según la ACA, los meses de primavera han permitido pasar de una situación crítica a una fase de relativa tranquilidad, con las reservas creciendo del 32% en febrero al 81% en junio.
Sin embargo, el inicio del mes de julio confirma el cambio de ciclo: el verano es, por definición, el periodo con menos lluvias, más evaporación y mayor demanda de agua, lo que inevitablemente deriva en un lento pero constante descenso de las reservas. Este proceso, explican desde la Agencia, se acentuará en las próximas semanas y persistirá mientras duren las altas temperaturas.

Los datos oficiales de hoy, 1 de julio, consolidan este diagnóstico. Las reservas totales de las cuencas internas catalanas han bajado hasta el 78,90%, lo que supone un nuevo retroceso diario del 0,18% y un descenso semanal ya superior al 1,1%. Se encadenan así 19 jornadas consecutivas de bajada, reflejo de la presión combinada de la meteorología y la demanda sobre el sistema. El balance respecto a ayer es claro: todos los grandes embalses, salvo ligeras excepciones, siguen perdiendo volumen, aunque el ritmo diario se mantiene estable y dentro de la normalidad estacional.
Sólo uno por encima del 90%
Analizando los datos embalse por embalse, se observa que La Baells sigue siendo el pantano con mejores cifras, aguantando en el 92,91%, aunque ya acusa la pérdida sostenida de los últimos días. Susqueda baja al 87,21%, mientras que Sant Ponç se sitúa en el 86,10%. Sau retrocede hasta el 63,45%, y Foix desciende a 82,51%, consolidando la bajada que inició la semana pasada. La Llosa del Cavall y Darnius Boadella se mantienen por encima del 80% y 70% respectivamente, mientras que Siurana y Riudecanyes permanecen en sus mínimos estivales habituales, con un 25,38% y un 55,13%.
El vídeo informativo de la ACA también recuerda que, a pesar de la buena situación de los embalses tras las lluvias de primavera, el sistema está apoyado en la producción adicional de las desalinizadoras, que funcionan actualmente al 75% de su capacidad para ralentizar el descenso de las reservas. Es un recurso estratégico que permite compensar parte de la presión sobre los embalses, pero no es suficiente por sí solo para invertir la tendencia cuando el calor y la demanda se imponen.
Por eso, el mensaje de las autoridades es claro: el ahorro y el uso responsable del agua siguen siendo imprescindibles, tanto si hay sequía como si las reservas son elevadas. El descenso de capacidad que estamos viviendo no es motivo de alarma, pero sí de responsabilidad colectiva para asegurar que el colchón hídrico acumulado este año se conserve el máximo tiempo posible. Con la previsión de más días calurosos por delante, la gestión eficiente y el compromiso de todos serán la clave para superar el verano sin sobresaltos.