Montaje con una imagen de Jorge Rey en su canal de YouTube. A la derecha un emoticono con el símbolo de lluvias

Jorge Rey la lía contra la AEMET por su previsión con la DANA

El joven no está nada de acuerdo con la actuación de este servicio

La reciente DANA que azotó principalmente a la Comunidad Valenciana ha dejado un saldo devastador. Con lluvias torrenciales que arrasaron pueblos, desbordaron ríos y provocaron, de momento, dos centenares de muertes y todavía muchísimos desaparecidos, la tragedia ha generado numerosas críticas sobre la respuesta de las autoridades y si se pudo haber actuado de forma más efectiva para reducir el impacto. En medio de este escenario, el joven meteorólogo Jorge Rey ha lanzado duras críticas contra la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), señalando que el organismo no alertó a la población con la antelación necesaria, a pesar de que los indicios de esta tormenta eran claros desde días antes.

Jorge Rey, conocido por sus predicciones basadas en métodos tradicionales y su actividad en redes sociales, ha cuestionado abiertamente la actuación de la AEMET en esta situación. Según el joven, la AEMET debió emitir avisos de peligro días antes de que la DANA alcanzara su punto crítico. En sus palabras, “no puede ser que el primer aviso llegue cuando ya han caído 300 litros”. Esta crítica, que refleja la frustración de muchos ciudadanos, sugiere que las autoridades subestimaron el impacto de la DANA, dejando a la población en una situación vulnerable.

Jorge Rey ha insistido en que la AEMET podría haber activado las alertas mucho antes, argumentando que, desde hacía una semana, las previsiones mostraban que la DANA se estaba aislando en el área del Mediterráneo. En su opinión, esta falta de comunicación anticipada fue un error, y cree que la AEMET y las autoridades deberían haberse enfocado en proteger a la ciudadanía, incluso si eso implicaba activar avisos que finalmente no se concretaran. Para él, es responsabilidad de las administraciones priorizar la seguridad de las personas; si después el fenómeno no alcanza la magnitud prevista, mejor, pero la prevención debe ser siempre la primera medida.

Es evidente que nadie podía prever que el fenómeno iba a ocurrir con semejante ferocidad y que iba a ser tan devastador, pero que se avecinaban lluvias de alto voltaje sí que se sabía. "Se deberían haber activado los avisos días antes. Desde hace una semana se veía cómo la DANA iba a aislarse en torno al Mediterráneo", añadía. Y luego sentenció: "Es responsabilidad de las administraciones alertar a la población; si luego no ocurre nada, mejor, pero siempre se debe anteponer la seguridad del ciudadano".

No debería haber sido el precedente a no seguir

La postura de Jorge Rey ha resonado entre la ciudadanía, especialmente entre quienes se vieron afectados por las inundaciones y las consecuencias de la DANA. Su mensaje es claro: la anticipación en situaciones de emergencia climática no es un lujo, sino una necesidad. Rey destaca que cada vez vivimos más episodios de este tipo y que debemos aprender a estar mejor preparados. En su opinión, es fundamental que las instituciones actúen de forma proactiva, asegurando que la población esté informada y preparada para enfrentar fenómenos meteorológicos extremos.

La situación actual en Valencia y en otras áreas afectadas subraya la importancia de la planificación preventiva. La DANA de estos días no es un evento aislado; como bien señala Rey, el cambio climático está provocando fenómenos meteorológicos más intensos y frecuentes, y la sociedad debe adaptarse para mitigar los daños que puedan causar. Las palabras del joven meteorólogo reflejan un sentimiento compartido por muchos: la urgencia de contar con una respuesta más ágil y efectiva ante emergencias climáticas.

A futuro, tanto la AEMET como otras instituciones meteorológicas y de emergencia en España podrían considerar revisar sus protocolos y mejorar su capacidad de respuesta. La tragedia vivida en Valencia deja una lección clara: es fundamental anticiparse y garantizar que la ciudadanía esté preparada. Aunque, claro, esta tragedia no debería haber sido el precedente de lo que no hay que repetir, sino de todo lo contrario.