El portavoz de Sumar en el Congreso, Iñigo Errejón, ha anunciado este jueves su dimisión por motivos de salud "física, mental y emocional". Según ha explicado en una carta pública, en los últimos años ha llegado "al límite de la contradicción entre el personaje y la persona". Este anuncio, sin embargo, ha coincidido con un creciente revuelo en redes sociales, donde diversas acusaciones de violencia machista han incendiado el debate sobre su retirada de la política.
En su carta, Errejón explicó que su decisión de abandonar la política no es algo que haya tomado a la ligera, ya que incluye la renuncia a su escaño en el Congreso y a todas las responsabilidades orgánicas que mantenía hasta la fecha. A pesar de la importancia de este paso, ha asegurado que lo hace por una razón personal, señalando la necesidad de cuidar su salud mental y emocional. "A la primera línea política y mediática se subsiste con una manera de comportarse que se emancipa de las necesidades de los demás", admitió el politólogo.
Los motivos serían otros
A pesar de esta explicación, la dimisión de Errejón ha avivado las redes sociales, que se han hecho eco de las acusaciones de violencia machista que pesan sobre él. El político, que fue una de las caras visibles de la creación de Podemos, ha sido señalado en los últimos meses por presuntas conductas inapropiadas en el ámbito personal. Las acusaciones, que comenzaron como rumores, han ido cobrando fuerza hasta convertirse en un tema recurrente en el debate mediático y político.
Una de las principales acusaciones la comparte Cristina Fallarás, a través de lo que le contó una mujer. A pesar de que el político ha negado rotundamente las acusaciones, las redes han explotado, generando un debate polarizado en torno a su figura. Unas acusaciones que no son nuevas ya que en 2023 ya circuló un mensaje en redes.
La publicación de Cristina Fallarás es demoledora y en ella se reflejan comportamientos tóxicos que presuntamente habría cometido el que fuera mano derecha de Pablo Iglesias en Podemos.