Un hombre con expresión de sorpresa junto a una mano sosteniendo un gran granizo y un emoji sorprendido.

Francesc Mauri alucina con unas imágenes de la granizada de ayer

Tras la ola de calor, llegan ahora las alertas meteorológicas por las lluvias y derivados

Ayer granizó y la meteorología nos brindó una postal totalmente inesperada. La escena en cuestión ha dejado a más de uno con la boca abierta. Entre los sorprendidos, también un meteorólogo experimentado como Francesc Mauri, que compartió en redes sociales su reacción ante lo que se vivió en Alt Urgell. Un episodio de  intensas precipitaciones y piedra descargó con fuerza en la zona, dejando imágenes que más parecían sacadas de un temporal invernal que de una tarde de agosto.

El vídeo difundido por Mauri muestra cómo en cuestión de minutos un patio en La Seu d’Urgell quedó cubierto por una gruesa capa de granizo. La lluvia se convirtió en un torrente imparable y las acumulaciones de hielo pintaron de blanco jardines y calles como si se tratara de una nevada. El propio meteorólogo reconoció su asombro, destacando la violencia del fenómeno y la excepcionalidad de los registros obtenidos en tan poco tiempo.

Que un profesional con décadas de experiencia se declare sorprendido es un buen termómetro para medir la magnitud del episodio. Según los datos recabados, en algunos puntos del municipio se superaron los 43 litros por metro cuadrado en pocos minutos. En estaciones cercanas se alcanzaron intensidades récord de hasta 157 litros por metro cuadrado en una hora.

Manos sosteniendo granizos grandes sobre un fondo de más granizos en el suelo.
Granizo | Soupstock

La Seu d’Urgell y Puigcerdà, los epicentros de la tormenta

El Pirineo catalán vivió durante la tarde un estallido de inestabilidad que dejó huella. La Seu d’Urgell resultó especialmente castigada, con calles anegadas, equipamientos municipales inundados y hasta la carretera N-260 cortada por desprendimientos. Los Bomberos de la Generalitat recibieron más de treinta avisos solo en el Alt Urgell, que iban desde inundaciones en locales comerciales hasta problemas en la vía pública.

En Puigcerdà, la brusquedad del cambio térmico impresionó a los vecinos. El termómetro pasó de 32,5 grados a 15,7 en apenas una hora, un descenso de casi 17 grados que evidencia la virulencia del frente. Este tipo de contrastes son característicos de las tormentas convectivas que se desarrollan en entornos montañosos, donde la confluencia de aire cálido y húmedo con descargas frías genera fenómenos extremos.

Un episodio que marca el final de la ola de calor

Este estallido de tormentas no llega de manera aislada, sino como consecuencia directa de los últimos coletazos de la ola de calor que abrasó Catalunya durante la primera quincena de agosto. El aire cálido acumulado en capas bajas, sumado a la entrada de aire más frío en altura, favoreció la formación de nubes de desarrollo vertical capaces de descargar con gran intensidad.

Las estaciones meteorológicas del Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) confirmaron acumulaciones significativas en múltiples comarcas pirenaicas. En el Lac Redon, a 2.247 metros de altitud, se recogieron 66,7 litros por metro cuadrado, mientras que en Sort se alcanzaron los 27,3. En localidades más bajas, como Batea, Vielha o Berga, también se registraron cantidades considerables que reflejan el carácter irregular pero extenso del episodio.

Lo que espera para las próximas horas

El Meteocat mantiene activa la vigilancia ante la previsión de que este martes puedan superarse los umbrales de riesgo por lluvia intensa en varias comarcas. A partir del mediodía se espera la formación de nuevos núcleos tormentosos, con posibilidad de granizo y ráfagas de viento fuertes. La irregularidad seguirá marcando el patrón, de manera que algunas localidades recibirán aguaceros intensos mientras que otras apenas notarán la inestabilidad.

La recomendación de Protección Civil es clara: precaución en la movilidad, evitar zonas inundables y no estacionar vehículos en puntos bajos susceptibles de quedar anegados.