Tras un fin de semana marcado por el viento intenso, Catalunya se prepara para un cambio brusco de escenario meteorológico a partir de este lunes. Según el Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat), los próximos días estarán dominados por cielos soleados, pero con un descenso térmico considerable que se notará en todo el territorio. Esta variación de temperaturas irá acompañada de un fenómeno que genera inquietud: la formación de heladas en buena parte de la geografía catalana, especialmente durante las horas nocturnas y las primeras franjas de la mañana.
De la ventisca al frío
El fin de semana ha sido testigo de rachas de viento que han obligado a extremar las precauciones en numerosas comarcas catalanas, con episodios de cierres puntuales de carreteras de montaña y una notable bajada de las sensaciones térmicas. Sin embargo, el Meteocat subraya que, una vez amaine el viento, el protagonismo pasará a la bajada de los termómetros.
La ausencia de nubosidad y el calmado de los vientos permiten la rápida pérdida de calor en superficie, condición ideal para que se produzcan heladas, tanto en zonas de interior como en algunos puntos de la costa, si bien con menor frecuencia.
Un desplome de temperaturas generalizado
Según los modelos de predicción, el lunes amanecerá con unas mínimas significativamente más bajas de lo habitual para la época, llegando a valores negativos en amplias regiones del prelitoral y valles interiores. En comarcas como el Bages, la Anoia, el Vallès Oriental o incluso en la Plana de Vic, se podrían registrar mínimas por debajo de los 0 °C de forma extendida.
En las áreas montañosas o cercanas al Pirineu, esta bajada térmica será aún más marcada, con registros que podrían adentrarse varios grados bajo cero. Los observadores deben estar atentos a la aparición de placas de hielo en calzadas, principalmente en vías secundarias y en horas de menor tránsito, donde las capas de escarcha no se eliminan con facilidad.
Consecuencias de las heladas
La presencia de heladas tiene implicaciones significativas para distintos sectores. En el ámbito agrícola, es fundamental proteger los cultivos más sensibles y, en su caso, implementar medidas como riego por aspersión o sistemas que aumenten la temperatura en invernaderos.
La ganadería, por su parte, requiere de atención adicional a los bebederos, que podrían llegar a congelarse. También el sector de la construcción se ve afectado, ya que el hormigón y otros materiales pueden sufrir alteraciones cuando se trabaja al aire libre con temperaturas extremas.
En cuanto a la circulación viaria, la principal recomendación es que los conductores revisen el estado de los neumáticos y consulten la información de tráfico antes de emprender el viaje, sobre todo si deben desplazarse por zonas con alto riesgo de heladas. La formación de hielo en el asfalto puede provocar derrapes y frenadas ineficaces, multiplicando las posibilidades de accidentes.