El juicio contra siete acusados de dejar inodoros y lazos amarillos en casa de independentistas que se ha hecho en el penal 2 de Girona ha quedado visto para sentencia. Durante la segunda jornada, los procesados se desvincularon de los hechos y negaron haber participado en las acciones reivindicadas por el grupo 'Justicieros nocturnos' que tuvieron lugar las madrugadas del 7 de abril y del 19 de mayo del 2019 en casa la pareja del portavoz de Mossos por la Independencia en Sarrià de Ter (Gironès).
Algunos acusados han admitido que participaban en grupos que retiraban lazos y esteladas pero dicen que no formaron parte de los que dejaron los inodoros acompañados de mensajes para "ridiculizar públicamente" al denunciante por su ideología política y su orientación sexual. El juicio comenzó el jueves con la declaración del perjudicado, de su pareja y las testificales de varios agentes de policía y de los Mossos d'Esquadra que asumieron la investigación e identificaron a los acusados como quienes, presuntamente, formaron parte de los grupos que dejaron tazas de inodoro con mensajes "humillantes" en dos ocasiones en Sarrià de Ter.
Este viernes, el juzgado de lo Penal 2 ha reanudado las sesiones con la declaración de los siete acusados. Todos ellos se desvincularon de los hechos y la mayoría respondieron sólo a las preguntas de las defensas. Uno de los procesados era, en el momento de los hechos, también agente de los Mossos d'Esquadra y, según las acusaciones, se encargó de facilitar al resto de investigados la dirección de residencia de la pareja del portavoz de Mossos por la Independencia .
Excusas surrealistas de los "valientes" españolistas
Este procesado admitió que dio la dirección, aunque niega haberla sacado de archivos policiales y sostiene que la localizó por publicaciones en las redes sociales de la víctima. Alega, sin embargo, que creía que el grupo quería hacerle un "escrache" de protesta y que no sabía que los inodoros y los lazos amarillos irían acompañados de mensajes "ofensivos" hacia el denunciante. La fiscalía sostiene que, a la acción de la una y media de la madrugada del 7 de abril del 2019, dejaron la taza de inodoro frente al inmueble con inscripciones donde se podía leer "Para cuando vayas al Supremo " o "mossogay.com".
También había dibujos de mariposas, mariquitas y flores. El denunciante explicó que esto fue pocos días antes de que fuera a declarar como testigo en el juicio contra los líderes independentistas en el Tribunal Supremo y que se lo tomó como una "amenaza".
El resto de procesados, identificados por los Mossos d'Esquadra cruzando información de los perfiles de Twitter que difundieron las grabaciones, con imágenes de la autopista, identificaciones hechas por policías locales y, finalmente, con el vaciado de los teléfonos de algunos de los acusados, han negado su participación en los hechos. Algunos han reconocido que estaban en grupos de Whatsapp que organizaban brigadas para retirar lazos amarillos y simbología independentista con el objetivo de "garantizar la neutralidad" política del espacio público y, también, que participaron en diversas acciones.
Sin embargo, niegan haber tomado parte de las de Sarrià de Ter. También dijeron que no tuvieron constancia de la orientación sexual de la víctima hasta después de los hechos denunciados. Albert Donaire ha reaccionado de forma contundente en redes sociales:
Injurias humillatorias
Tras las declaraciones, la fiscalía ha mantenido la acusación por delitos de injurias humillatorias y despreciantes (englobado en el artículo del Código Penal que tipifica los delitos de provocación a la discriminación, al odio ya la violencia). Solo existe uno de los procesados que habría participado en ambas acciones y es el que se enfrenta a la pena más alta de 2 años de cárcel y multa de 3.600 euros.
Para los demás, pide una condena de 1 año y 9 meses de prisión y multa de 3.300 euros. Las defensas piden la absolución. El abogado del procesado que era agente de los Mossos d'Esquadra afirmó que la segunda acción -la de la madrugada del 19 de mayo- no sería delito porque dejar una taza de inodoro y lazos amarillos está amparado por el derecho a la crítica política. La primera, que es la que tenía mensajes homófobos, sería la que podría rozar un límite no amparado por la libertad de expresión. En todo caso, los procesados niegan "rotundamente" haber tomado parte y el juzgado lo resolverá en sentencia.