Silence comunica a los antiguos trabajadores de Nissan que presentará un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTO) hasta el 30 de junio para hacer frente al bajón de la demanda del mercado de movilidad eléctrica. Fuentes sindicales apuntaron que el fabricante de motos y nanocares sufre un problema de exceso de stock que obliga a presentar este expediente para reducir la carga de trabajo.
En sus comunicaciones con los trabajadores, la compañía que dirige Carlos Sotelo ha defendido que el proyecto no corre peligro. A su vez, los sindicatos han solicitado a la empresa un plan industrial concreto que garantice el futuro del proyecto ya las administraciones que apuesten por fomentar la movilidad eléctrica.
Silence es una de las empresas elegidas para sustituir al fabricante japonés Nissan que se marchó de Cataluña en el 2021. El fabricante fue el único de los nuevos ocupantes de los terrenos de la Zona Franca que estuvo cerca de cumplir los compromisos de contratación con cerca de 100 personas trabajando en la planta para fabricar motos y baterías a finales de 2023. El expediente podría comportar el paro de la producción de motos hasta principios de julio. La paralización de las ventas ha coincidido con el arranque más lento de la producción del nanocar S04.
Centenares de afectados
En total, el expediente afecta a casi 300 personas, ya que no todos los empleados provienen de la reindustrialización de Nissan. "El expediente no es una buena noticia, pero pedimos que sea una oportunidad para resolver los problemas con el lanzamiento del nuevo vehículo", ha dicho Miguel Ruiz, secretario general de Sigen-Sir Usoc. Asimismo, los sindicatos piden a las administraciones que multipliquen los esfuerzos para fomentar la movilidad eléctrica entre los ciudadanos y darle la vuelta a la situación actual del mercado.
Sin embargo, el espacio que ocupa Silence es muy pequeño en comparación con el del Hub Tech Factory –liderado por QEV y Btech–, que aún no ha anunciado acuerdos concretos con clientes para empezar la producción. A principios de febrero, 600 extrabajadores de Nissan regresaron a la planta de la Zona Franca ya la de Montcada i Reixac para iniciar un programa de formación financiada con ayudas del Govern.
De esta manera, se quería dar tiempo para negociar y, al mismo tiempo, evitar que los ex trabajadores de Nissan se quedaran sin ingresos una vez agotadas las prestaciones por desempleo, La esperanza del proyecto radica en el acuerdo en que se está trabajando con la marca china Chery, que podría fabricar hasta 50.000 coches de la marca Omoda en la fábrica ubicada en la Zona Franca de Barcelona.
Si las conversaciones con Chery fructifican, se podrían contratar a 150 personas en la primera mitad de 2024 y la misma cifra en el segundo semestre, unas 300 en total. Aunque las marcas logran cerrar los distintos acuerdos que se están negociando, el 2024 no será un año con el rendimiento productivo previsto, sino más de transición y que en el 2025 las producciones ya arrancarán con mayor fuerza.
Por otra parte, el ganador del concurso para gestionar los terrenos, la logística Goodman, no tendrá listos los almacenes hasta finales de 2024. La empresa podrá alquilar a terceras empresas el espacio y éstas no tienen obligaciones de fichar a los exempleados de Nissan.