Pantano de Foix

Confirmada la nueva dinámica de los embalses catalanes: Varapalo en el pantano de Foix

Las lluvias siguen cambiando el estado de los embalses de la cuenca interna

La gestión hídrica catalana encara el ecuador de julio con un cambio de dinámica inesperado y bienvenido. Por tercer día consecutivo, los embalses de la cuenca interna catalana han conseguido resistir la presión del verano y mantener estables sus reservas, situándose hoy en el 78,09% de capacidad, un dato prácticamente calcado al de ayer y que  confirma la pausa en la racha de descensos diarios. Esta tendencia, inusual para un mes de julio, evidencia el impacto positivo de la inestabilidad meteorológica y las lluvias de los últimos días, que han permitido frenar el desgaste acelerado vivido durante la última ola de calor.

El contexto es especialmente significativo si tenemos en cuenta que julio suele ser, históricamente, el mes más crítico para los embalses catalanes, marcado por una evaporación intensa y una demanda máxima tanto en el ámbito agrícola como urbano.

Sin embargo, desde el pasado fin de semana, la evolución de la capacidad total ha cambiado de signo: tras varias semanas de caídas constantes, ahora encadena tres días de subidas o estancamiento, algo inédito en veranos recientes. Esta estabilidad, aunque basada en variaciones mínimas, permite ganar tiempo y confianza de cara a la segunda mitad de la temporada estival.

No obstante, el buen dato global esconde realidades muy diversas entre los diferentes embalses. El pantano de Foix protagoniza la nota negativa de la jornada, registrando una  importante bajada de 0,73 puntos porcentuales en apenas 24 horas, situándose ahora en el 79,49%.

Se trata de la mayor caída diaria entre los grandes pantanos del sistema, rompiendo así la tendencia de estabilidad que venía manteniendo desde principios de mes. La situación de Foix obliga a extremar la vigilancia, ya que se trata de un embalse con menos margen de maniobra ante episodios prolongados de calor o falta de precipitaciones.

Pantano de Foix
Pantano de Foix | Wikipedia

Estabilidad en el resto

En el resto de la red, el comportamiento es mucho más estable. Embalses como Sau (63,39%), La Llosa del Cavall (81,95%), Sant Ponç (84,85%) y Darnius Boadella (68,88%) muestran pequeñas subidas o fluctuaciones casi insignificantes, consolidando la tónica positiva de los últimos días. Susqueda y La Baells apenas retroceden unas décimas, y los embalses de menor capacidad, como Siurana y Riudecanyes, también se mantienen dentro de la franja habitual para estas fechas.

La clave de esta nueva dinámica está, sin duda, en la meteorología. Las lluvias de la última semana han sido el elemento determinante para romper la secuencia de descensos y dar un respiro a todo el sistema. Aunque la tendencia estructural sigue siendo a la baja por la presión estival, la pausa en la pérdida de agua permite a los gestores planificar con más margen y refuerza el mensaje de prudencia: la resiliencia de los embalses es real, pero sigue dependiendo en gran medida de episodios puntuales de lluvia.

El verano aún está lejos de su final y la previsión apunta a más inestabilidad meteorológica en los próximos días. En este contexto, la vigilancia sobre los embalses con mayores bajadas, como Foix, será fundamental para evitar sorpresas y asegurar un cierre de temporada sin sobresaltos.