En pleno mes de julio, la meteorología catalana vuelve a situarse en el centro de atención. Las condiciones atmosféricas muestran señales inequívocas de retención de las lluvias, y el Servei Meteorològic de Catalunya lanza un mensaje claro: toca estar preparados ante una jornada que puede traer sorpresas en varios puntos del territorio.
El jueves 10 de julio, los mapas y avisos oficiales del Meteocat señalan un escenario de inestabilidad creciente en el interior y norte del país, con especial atención a un grupo concreto de comarcas. Durante la madrugada y las primeras horas, puede darse algún chubasco puntual en el litoral central, mientras que el grueso de la actividad se espera durante la tarde.
Será en ese momento cuando los modelos pronostican el desarrollo de chubascos y aguaceros en el sector sur del Pirineu, el Prepirineu y, sobre todo, en el norte de la Depresión Central. La previsión apunta a precipitaciones de intensidad variable, aunque con potencial para acumular registros significativos de manera local.

Según el aviso oficial emitido por el Meteocat, doce comarcas se encuentran bajo alerta por intensidad de lluvia: Noguera, Pla d'Urgell, Urgell, Alt Urgell, Segarra, Solsonès, Bages, Berguedà, Lluçanès, Ripollès, Osona y Moianès. En estas zonas, el riesgo de superar los 20 mm en solo 30 minutos es real, y la situación se agrava por la posibilidad de que las precipitaciones vayan acompañadas de tormenta eléctrica, piedra y rachas intensas de viento.
Áreas afectadas y temporalidad del episodio
La alerta meteorológica se extiende desde las 14:00 del jueves hasta las 02:00 de la madrugada del viernes, abarcando así las horas de mayor desarrollo convectivo. El pronóstico detalla que, en las comarcas interiores y del Prepirineu, las precipitaciones pueden ser puntualmente intensas y persistentes, generando acumulados localmente abundantes y, en algunos casos, superiores a lo habitual para esta época del año.
El nivel de peligro fijado por el Meteocat es de 2 sobre 6, correspondiente a peligro moderado, y afecta de forma localizada pero significativa a las 12 comarcas mencionadas. Las imágenes del aviso muestran claramente el área pintada en amarillo, que coincide con la franja interior y norte de Catalunya, desde el Alt Urgell y el Berguedà hasta Osona y Moianès, incluyendo sectores tradicionalmente vulnerables a este tipo de fenómenos.
En paralelo, la costa y el prelitoral, especialmente en el sur, verán chubascos dispersos a lo largo de la mañana y mediodía, aunque con menor intensidad y distribución más irregular.
La probabilidad de precipitación intensa (>20 mm/30 min) es la clave de este episodio. Las tormentas vespertinas pueden descargar con fuerza en cortos periodos de tiempo, provocando posibles incidencias en puntos urbanos y rurales. El pronóstico alerta también de la posibilidad de calamarsa o piedra, un fenómeno que suele asociarse a núcleos convectivos bien desarrollados, capaces de sorprender incluso a los más habituados a los caprichos del verano catalán.
Los meteorólogos advierten que, aunque la mayoría de precipitaciones serán moderadas y de poca acumulación, algunos puntos de la zona avisada podrían registrar chaparrones abundantes, acompañados de tormenta eléctrica y ráfagas de viento. Estas condiciones pueden afectar la movilidad, provocar balsas de agua en carreteras y aumentar el riesgo en actividades al aire libre.