La maquinaria electoral está sacando humo las últimas horas y en las que las diferentes formaciones políticas, a tenor de lo que van indicando las encuestas, empiezan a vislumbrar cuáles serán sus posibles preferencias en cuanto a pactos electorales después de las elecciones del próximo 12 de mayo al Parlament de Catalunya.
Aliança Catalana, vetada en todos los medios de comunicación y sin opción de entrar en los debates electorales es uno de los grandes temores que tienen los partidos ‘procesistas’ tradicionalmente llamados independentistas, por la posibilidad de que AC arrastre buena parte del votante descontento con estas formaciones.
Puigdemont también apuesta por el cordón sanitario a AC
El líder de Junts en el exilio ha sido uno de los últimos en apuntarse al veto a Aliança Catalana, que propuso en un primer momento el líder del PSC, Salvador Illa, y al que rápidamente se unieron el resto de partidos del elenco parlamentario. Esta misma mañana Junts, PSOE, Comunes, ERC y CUP han firmado un manifiesto para comprometerse a no llegar acuerdos con Aliança Catalana ni aceptar sus votos.
La posición de Junts con las proclamas electorales que hacen difieren mucho de la estrategia política que han llevado a cabo los últimos meses de pactar con el PSOE del 155 para arañar una Ley de Amnistia que permita a Puigdemont volver a Catalunya, pero a cambio de seguir con el inmovilismo de no avanzar hacía la proclamación de un estado catalán, tal y como propone Sílvia Orriols desde el primer día de la campaña electoral.
La inseguridad en las calles, la inmigración desmedida, y el colapso de los recursos públicos parece que no interesa abordarlos por parte de los partidos que se han repartido el poder en Catalunya las últimas décadas.
Orriols responde de manera contundente a Puigdemont
La candidata a la presidencia de la Generalitat, Sílvia Orriols, fue muy directa al criticar a Carles Puigdemont por su apuesta por el cordón sanitario a AC, que se contradice con su discurso y a su vez política de pactos con los gobiernos de Madrid.
La sumisión permanente de los partidos ‘procesistas’ y wokes han provocado un colapso de la economía catalana, que se ve desbordada por la falta de inversión desde Madrid, y que con estos recursos cada vez se tenga que hacer frente a una mayor demanda ciudadana agudizada por la inmigración en tromba que ha ido llegando los últimos años y que no ha tenido control alguno.
AC puede ser la clave para la gobernabilidad
Paradójicamente, las encuestas más recientes llegan a augurar la posibilidad de que el partido de Orriols irrumpa en el Parlament con 6 escaños. Una cifra que vista la igualdad que hay entre los partidos con sucursal en Madrid y los partidos s de sumisión a Madrid, podría decantar la balanza para formar una mayoría de partidos independentistas en el Parlament.
Las contradicciones y proclamas de los partidos previo a las elecciones quizás deban ser consideradas si de verdad quieren apostar por un gobierno que desconecte por completo de las políticas centralistas y que suponen un lastre para Catalunya, o bien para iniciar una nueva etapa de prosperidad y construcción de un estado del bienestar en Catalunya que permita controlar la inmigración y reforzar los servicios básicos que viene reclamando desde hace mucho tiempo la ciudadanía del país.