Las autoridades sanitarias de Cataluña han alertado a la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) del gobierno español de la presencia de hexahidrocannabinol (HHC), un componente del cannabis, en golosinas procedentes de Malta, concretamente en un producto llamado HHC Gummies Strawberry de la marca Ypsilós.
La distribución inicial del producto ha sido en Cataluña pero no se descarta que pueda haber en otros territorios. Aesan subraya que se ha alertado a las Comunidades Autónomas para que verifiquen la retirada de los productos afectados de los canales de comercialización. La entidad alerta de que el consumo de alimentos con HHC implica un riesgo "grave" para la salud.
Riesgos del consumo de cannabis
El consumo de cannabis, especialmente cuando se incorpora en alimentos, presenta una serie de riesgos que deben considerarse cuidadosamente tanto por consumidores como por reguladores. Los alimentos infundidos con cannabis, comúnmente conocidos como comestibles, pueden variar desde galletas y chocolates hasta bebidas y condimentos. Aunque estos productos pueden ofrecer una alternativa discreta y accesible para el consumo de cannabis, también introducen complicaciones específicas y riesgos para la salud.
Uno de los mayores desafíos al consumir cannabis en forma de comestibles es la dosificación. Los efectos del THC, el principal compuesto psicoactivo del cannabis, pueden ser muy difíciles de predecir cuando se ingiere. A diferencia del cannabis fumado o vaporizado, donde los efectos son casi inmediatos, los comestibles requieren un tiempo de digestión antes de que el THC sea absorbido en el torrente sanguíneo. Esto puede llevar a que las personas consuman más de lo previsto, pensando que la dosis inicial no está haciendo efecto.
Los comestibles pueden tardar entre 30 minutos y 2 horas en hacer efecto, dependiendo del metabolismo individual, la cantidad de comida en el estómago y otros factores. Además, los efectos pueden durar mucho más tiempo que los del cannabis inhalado, a veces hasta 8 horas o más. Esto puede resultar en una experiencia prolongada e intensa que puede ser incómoda o incluso angustiante, especialmente para usuarios novatos o aquellos que han consumido una dosis mayor de la planeada.
Especial afectación en adolescentes y jóvenes
El consumo excesivo de THC a través de comestibles puede exacerbar o contribuir al desarrollo de problemas de salud mental, como la ansiedad, la paranoia y en casos raros, psicosis. Estos efectos adversos son particularmente preocupantes en adolescentes y jóvenes adultos, cuyos cerebros aún están en desarrollo. Hay evidencia que sugiere que el uso regular y a largo plazo de cannabis en altas dosis puede estar asociado con alteraciones en ciertas áreas cerebrales relacionadas con la memoria, la atención y la toma de decisiones.
Los comestibles de cannabis a menudo se presentan en formas que pueden ser atractivas para los niños, como gomitas o chocolates. Esto aumenta el riesgo de ingestión accidental, lo cual es especialmente peligroso ya que los niños son mucho más susceptibles a los efectos tóxicos del THC. Los casos de intoxicación accidental en niños han aumentado en lugares donde el cannabis es legal. Además, las mascotas también pueden sufrir intoxicaciones graves si ingieren comestibles de cannabis.