El ambiente parece haberse detenido bajo un cielo azul intenso, apenas alterado por alguna nube dispersa y la vibración de la luz en el asfalto. Pero bajo esta calma, los sensores meteorológicos llevan días detectando un fenómeno inusual: la temperatura no desciende ni siquiera cuando el sol se esconde, y la brisa marina que habitualmente suaviza las noches costeras apenas logra mitigar la sensación de bochorno. En Catalunya, la llegada del mes de julio suele estar marcada por un aumento térmico, pero lo que se está observando estos días va mucho más allá de la variabilidad típica del verano.
Ola de calor persistente en toda Catalunya: días y noches al límite
La activación del plan PROCICAT por parte de Protecció Civil este viernes no es una simple medida preventiva. El pronóstico del Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) confirma que estamos entrando en una de las olas de calor más intensas y persistentes de los últimos años, tanto por sus valores diurnos como, sobre todo, por la excepcionalidad de las temperaturas nocturnas. La alerta abarca el conjunto del territorio, pero con especial incidencia en las comarcas de Ponent, las Terres de l’Ebre y la franja litoral.
La situación de riesgo se extiende por varias jornadas consecutivas. El sábado por la tarde, las comarcas de Segrià, Pla d'Urgell, Garrigues, Terra Alta, Ribera d'Ebre, Priorat, Baix Camp, Baix Ebre, Montsià, Alt Empordà y Baix Empordà serán las primeras en registrar máximas que superarán, en muchos puntos, los 40 ºC en el interior y los 34 ºC en el litoral.

El domingo por la mañana, la masa de aire cálido abrazará especialmente al Alt Empordà, Baix Empordà, Selva, Maresme, Baix Llobregat, Barcelonès, Garraf, Baix Penedès, Tarragonès, Baix Camp, Baix Ebre y Montsià. Durante la tarde, la situación se agravará, sumando de nuevo comarcas de Ponent y el interior, como Terra Alta, Ribera d’Ebre, Priorat, Garrigues, Segrià y Pla d’Urgell.
El fenómeno más preocupante llegará con la caída del sol. Durante la noche del domingo, en el litoral y prelitoral (Alt Empordà, Baix Empordà, Selva, Maresme, Baix Llobregat, Barcelonès y Garraf), las temperaturas mínimas difícilmente bajarán de los 22-23 ºC, consolidando noches tropicales y, en algunos puntos, casi ecuatoriales. Este patrón de calor extremo, tanto de día como de noche, podría prolongarse hasta el martes, según los últimos modelos.
El mar Mediterráneo, en plena ola de calor: anomalía histórica
Pero la anomalía térmica no se limita al territorio. Los mapas de Meteocat y los datos satelitales de Copernicus EU confirman que el mar Mediterráneo occidental también vive una ola de calor marina excepcional. El agua superficial en la costa catalana, por ejemplo en l’Estartit, ha alcanzado los 23 ºC, lo que representa más de 2,5 ºC por encima de la media climática para esta época del año. Esta temperatura suele registrarse, habitualmente, a finales de julio, no en los últimos días de junio.
El impacto de esta situación va mucho más allá de la simple percepción térmica. Las olas de calor marinas se han multiplicado en frecuencia, duración e intensidad debido al cambio climático, afectando gravemente a los ecosistemas marinos —como las praderas de posidonia y los corales— y también a actividades económicas estratégicas, como la pesca. El análisis por satélite muestra anomalías de hasta +5 ºC en el Mediterráneo occidental y la tendencia es al alza, sin señales de estabilización a corto plazo.
Según los modelos del Meteocat, después de una breve pausa térmica el jueves, las temperaturas han vuelto a dispararse y se mantendrán en valores muy elevados durante al menos cuatro días. En el interior y el sur de Catalunya, los termómetros rondarán o superarán los 40 ºC, mientras que en el litoral y el prelitoral se mantendrán entre 30 y 34 ºC. Esta persistencia de temperaturas tan elevadas es la que define técnicamente una ola de calor y ha obligado a emitir avisos por Situación Meteorológica de Peligro para buena parte del territorio.
El calor será especialmente notable por la noche, impidiendo el descanso y generando un importante estrés térmico en la población vulnerable. Además, aunque no se esperan lluvias generalizadas, el intenso calentamiento diurno podría favorecer la formación de tormentas locales en el tercio norte del país, algunas acompañadas de granizo y con riesgo de precipitaciones intensas en puntos concretos.