El estado de los embalses catalanes vuelve a ofrecer un pequeño respiro en plena ola de calor. En un escenario marcado por el descenso casi continuo de las reservas, el dato más llamativo de este jueves 26 de junio lo ha protagonizado el pantano de Sau, que suma una nueva jornada de crecimiento y rompe la dinámica negativa de las últimas semanas. La mejora, aunque discreta en cifras absolutas, tiene un valor simbólico indiscutible y supone un motivo de optimismo para los responsables de la gestión hídrica en Catalunya.
Según los datos oficiales de la Agència Catalana de l’Aigua, la capacidad total de las cuencas internas ha descendido ligeramente hasta el 79,84%, confirmando la tendencia habitual en esta época de temperaturas extremas y fuerte demanda de agua. Este frenazo se explica en parte por las lluvias intermitentes que han afectado algunas zonas del territorio, y por la moderación temporal en el consumo agrícola tras los picos iniciales de la campaña.
La gran noticia del día llega desde el embalse de Sau, que ha pasado del 64,21% al 64,45% de su capacidad. Este crecimiento, aunque de solo 0,24 puntos porcentuales, destaca especialmente en un contexto de pérdidas generalizadas y se convierte en el segundo incremento consecutivo para un embalse que suele ser de los primeros en resentirse cuando llega el calor.

El caso de Sau es especialmente relevante porque, tras haber sido el símbolo de la sequía en 2023 y haber iniciado la primavera muy lejos de los niveles óptimos, ahora consolida una recuperación inesperada. Su resistencia al calor y el ligero repunte de los últimos días demuestran que las aportaciones de su cuenca siguen llegando y que la gestión ha sabido adaptarse a la nueva situación.
Hay más subidas, aunque priman los descensos
Pero Sau no es el único embalse con balance positivo. Foix también experimenta una subida, pasando del 85,13% al 85,44%, y La Llosa del Cavall mejora hasta el 81,17%. En ambos casos, el crecimiento es modesto pero significativo, porque supone la excepción a la tónica general de estabilidad o leve descenso.
Por el contrario, la mayoría de los grandes embalses catalanes siguen ajustando sus niveles a la lógica del verano. La Baells se mantiene como el más lleno del sistema, con un extraordinario 94,22%, prácticamente inalterado. Susqueda desciende muy levemente hasta el 88,16%, y Sant Ponç baja al 87,85%. Darnius Boadella y Riudecanyes siguen con pequeñas pérdidas, mientras que Siurana permanece en el 25,57%, sin cambios reseñables.
A pesar del descenso global de las reservas, la ralentización de la pérdida y la resistencia de embalses como Sau, Foix y La Llosa del Cavall aportan un matiz de optimismo justo en el momento en que el sistema afronta la recta final de junio. El mensaje es claro: aunque el calor sigue siendo el principal enemigo de las reservas y la tendencia general es de bajada, el sistema catalán mantiene todavía un colchón sólido y demuestra que la recuperación iniciada en primavera no ha sido flor de un día.