Las jornadas de junio avanzan con un ritmo frenético, dejando tras de sí un ambiente en el que la calma se convierte en una ilusión efímera. Mientras muchas personas esperan un respiro tras las recientes variaciones térmicas, las señales en los mapas meteorológicos y las alertas de expertos apuntan en una dirección muy distinta. Se acerca un episodio que marcará un antes y un después en el arranque del verano de 2025, un periodo en el que el calor amenaza con superar incluso los registros históricos más extremos.
Ascenso imparable: la primera gran ola de calor de 2025
Durante las últimas semanas, gran parte de la Península Ibérica ha experimentado temperaturas notablemente elevadas para esta época del año. Sin embargo, el episodio que se avecina podría situar este mes de junio entre los más cálidos de la serie histórica. Tras el breve alivio térmico aportado por la DANA, el ambiente vuelve a calentarse de manera acelerada bajo la influencia del anticiclón. La estabilidad atmosférica será protagonista durante los próximos días, favoreciendo la irrupción de aire cálido procedente del norte de África.
El ascenso térmico será generalizado. Según los últimos mapas y la información publicada por ElTiempo.es, desde el jueves se aprecia un incremento progresivo en los termómetros que se consolidará durante el fin de semana. El fenómeno afectará primero al suroeste, con temperaturas que rebasarán los 40 ºC en los valles del Guadalquivir y del Guadiana. El calor se extenderá rápidamente a casi todo el territorio, salvo el noroeste peninsular y el litoral cantábrico, donde la influencia atlántica mitigará ligeramente la sensación térmica.
Temperaturas extremas y noches ecuatoriales: el pronóstico de Mario Picazo
El meteorólogo Mario Picazo advierte que el punto álgido de este episodio llegará entre domingo y lunes. Sevilla, Córdoba, Badajoz y Ciudad Real pueden alcanzar los 43 ºC en las horas centrales, mientras que en el interior de Murcia y Aragón se esperan valores de hasta 42 ºC. En la meseta sur, Castilla-La Mancha, el interior de Mallorca y los valles del Júcar y Segura, los termómetros oscilarán entre 38 y 40 ºC.
Uno de los aspectos más relevantes del episodio será la persistencia de temperaturas nocturnas muy elevadas. En muchas capitales no se bajará de los 25 ºC durante la madrugada, lo que configura las denominadas noches ecuatoriales. Este fenómeno, poco habitual en nuestras latitudes, agrava la sensación de agobio y dificulta el descanso, especialmente en entornos urbanos.
El Mediterráneo tampoco escapará al dominio del calor. Ciudades como Barcelona, Valencia y Palma verán máximas cercanas a los 33-35 ºC, pero el protagonismo será para la humedad, que convertirá el ambiente en un auténtico bochorno. El agua del mar, anómalamente cálida para estas fechas, contribuirá a esa sensación opresiva durante la tarde y la noche.
¿Hasta cuándo persistirá el calor extremo? Evolución e incertidumbre
A pesar de que los modelos apuntan a un ligero descenso térmico a partir del lunes o martes, Mario Picazo insiste en que dicho alivio será "más simbólico que real". En la práctica, la mayor parte de la Península seguirá sufriendo valores muy por encima de la media, especialmente en el sur y en los grandes valles fluviales. El posible respiro para el oeste peninsular llegaría a partir del miércoles, aunque no se espera un cambio brusco que marque el fin de la ola de calor.
Las perspectivas a medio plazo son, por tanto, poco alentadoras: tras este pico, nuevas entradas de aire cálido podrían mantener las temperaturas máximas cerca o por encima de los 40 ºC durante varios días. Además, se prevé que continúen las noches tropicales, lo que incrementará el riesgo para la salud de la población vulnerable y pondrá a prueba la resistencia de los sistemas energéticos.