La tarde de este sábado se vive con un ojo puesto en el cielo en gran parte de Catalunya. Tras una jornada de creciente inquietud por la amenaza de lluvias intensas, la situación meteorológica da un paso más allá y activa el máximo nivel de alerta en varias comarcas del noreste. Las imágenes del radar y los mapas de aviso dejan claro que la atmósfera está preparada para desencadenar fenómenos de tiempo violento que podrían dejar imágenes tan impactantes como potencialmente peligrosas.
Tiempo violento: el riesgo de fenómenos extremos irrumpe en el noreste catalán
El Servei Meteorològic de Catalunya (Meteocat) ha elevado la alerta al nivel 6/6, el más alto en su escala de avisos, para la franja comprendida entre las 17:15 y las 19:14 horas. El área bajo máxima vigilancia abarca las comarcas de Osona, Selva, Gironès, Pla de l'Estany y la Garrotxa, marcadas en rojo en el mapa de riesgos meteorológicos. A ellas se suman las comarcas de Baix Empordà y Alt Empordà, en nivel naranja, donde el peligro es alto aunque no extremo.
El concepto de tiempo violento implica mucho más que lluvia intensa. Las condiciones de esta tarde favorecen la aparición de tormentas muy organizadas capaces de generar fenómenos poco habituales en nuestro entorno: granizo de más de 2 centímetros de diámetro, rachas de viento superiores a 25 metros por segundo y, de forma puntual, la formación de ráfagas descendentes muy violentas o incluso tornados y mangas marinas. Se trata de situaciones que pueden aparecer en cuestión de minutos y desplazarse rápidamente, dejando tras de sí daños materiales y condiciones peligrosas para la población y las infraestructuras.

Este escenario se suma al aviso ya existente por lluvias torrenciales que hoy afecta a buena parte de la Catalunya Central, con registros previstos que pueden superar los 40 litros por metro cuadrado en apenas media hora. El encadenamiento de estos dos fenómenos, uno de precipitación intensa y otro de tiempo violento, multiplica el riesgo de inundaciones, caída de árboles, cortes de suministro y otras incidencias asociadas a las tormentas severas.
La activación de la alerta roja en estas comarcas significa que cualquier desplazamiento, actividad al aire libre o jornada normal puede verse alterada en cuestión de minutos. Los cuerpos de emergencia, coordinados a través del Pla INUNCAT y el sistema de Protección Civil, insisten en la necesidad de seguir con atención los avisos y prepararse para interrupciones en el tráfico, cortes de carreteras secundarias o problemas en líneas eléctricas. La intensidad de las precipitaciones y el viento puede provocar balsas de agua en puntos críticos y derribar ramas o mobiliario urbano, con el consiguiente peligro añadido.
Las autoridades han pedido evitar las salidas innecesarias y, en caso de estar en el exterior durante el episodio, buscar refugio en lugares seguros, lejos de árboles, elementos metálicos y zonas donde se pueda acumular el agua. La evolución de los núcleos tormentosos será muy rápida, y la respuesta de la población puede marcar la diferencia entre una tarde complicada y una situación de emergencia.