España se prepara para un cambio meteorológico radical tras un periodo invernal inusualmente suave. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha emitido una alerta significativa ante la llegada de una masa de aire polar, un fenómeno que podría devolver la nieve a zonas que llevaban semanas sin verla. Este giro supone un antes y un después en lo que había sido un invierno dominado por el anticiclón, con frío contenido y escasas precipitaciones.
El debilitamiento de las altas presiones en los últimos días ha abierto la puerta a sucesivos sistemas frontales, trayendo consigo lluvias y una bajada notable de las temperaturas. Ahora, la AEMET advierte de que la entrada de aire polar añadirá un ingrediente invernal más contundente: la posibilidad de nevadas en cotas relativamente bajas. Si hasta ahora el invierno había transcurrido con un tiempo estable y seco, la nueva configuración atmosférica, cargada de frío y humedad, se convierte en el caldo de cultivo perfecto para que la nieve reaparezca en distintas zonas del país.
Los expertos explican que la transición desde un escenario dominado por un anticiclón hacia otro más inestable y gélido marca el “verdadero inicio” de la temporada invernal. Con la consolidación de este aire polar, muchos puntos del interior y las montañas podrían registrar nevadas que, si bien no se prevén excepcionales en un primer momento, sí bastarían para teñir de blanco varios parajes y complicar el tráfico en puertos, valles y otros enclaves de la geografía peninsular. Quienes disfruten de las temperaturas bajas celebran la nueva coyuntura, mientras que las autoridades llaman a la prudencia en carretera y a la preparación de sistemas de calefacción en los hogares.
El frío llega también al litoral
La AEMET ha detallado, además, que algunas zonas costeras y archipiélagos vivirán un tiempo más inestable, con tramontana fuerte en el noreste, rachas muy intensas en el Pirineo y vientos procedentes del norte que podrían disparar la sensación térmica de frío. Esta configuración se complementa con un importante descenso de las mínimas en buena parte del suroeste, y heladas intensas en el nordeste y en las montañas del centro-norte, abarcando tanto la Cordillera Cantábrica como el Pirineo.
Al mismo tiempo, en amplios sectores del interior se generalizará la formación de placas de hielo, un peligro sobre todo en desplazamientos a primera hora del día, cuando la humedad se congela en el asfalto. La suma de bajas temperaturas, viento de componente norte y un suelo propicio para la acumulación de humedad hace prever un aumento en los avisos de precaución por heladas y nieve.
Los mapas difundidos por la AEMET no dejan lugar a dudas: el mercurio bajará de forma casi generalizada y las heladas pasarán de ser un fenómeno puntual a una constante que abarcará grandes zonas del interior. El viento, por su parte, intensificará todavía más la sensación de frío. Baleares y el archipiélago canario también notarán el influjo de esta masa polar, con un tiempo inestable en las islas del norte de Canarias y con chubascos que podrían ser ocasionalmente intensos.
Se trata, en definitiva, del retorno del “verdadero invierno” a España, tras un periodo de benignidad térmica que había llevado a muchos a cuestionarse si las lluvias y nevadas típicas de la estación iban a presentarse. La AEMET activa sus alertas al detectar el combo de aire polar, precipitaciones y vientos fuertes, con el resultado potencial de nieve en zonas donde no se veía desde hacía semanas. La recomendación general es clara: abrigo, precaución en la carretera y seguimiento de los boletines meteorológicos oficiales para adaptar la rutina a las posibles consecuencias de esta esperada, pero no por ello menos sorprendente, irrupción invernal.