El responsable de la administración de lotería de Corbera de Llobregat, Gustau Gómez, se hacía cruces este sábado por la mañana cuando le han avisado de que había repartido el primer premio de la rifa de Reyes. "Estábamos en familia disfrutando de los regalos cuando me han llamado para decírmelo, pero pensaba que me tomaban el pelo", ha asegurado ante una gran expectación mediática, intentando asimilar la venta de casi diez series, agraciadas con cerca de veinte millones de euros. El establecimiento, situado en el centro del pueblo, ha sido un gran foco de atención y celebración entre los pocos premiados que se han acercado a brindar juntos.
Entre ellos, un grupo de diez trabajadores del Hotel Can Rafel de la villa vecina de Cervelló, que compartían un décimo entre todos. Gómez se ha convertido en uno de los hombres más buscados este mediodía en Corbera. Un amplio número de medios le esperaban después de que trascendiera que su establecimiento era el punto de venta de diez series del 94974. Mientras tardaba en hacerse ver, en la céntrica avenida Catalunya la alegría empezaba a correr liderada por la trabajadora de la propia administración, Antònia Bernal, que compartía su euforia con los vecinos de la zona.
"Creo que me merezco que haya tocado este premio porque he estado toda la Navidad diciendo 'mucha suerte' a todos los clientes a los que he vendido un décimo", ha relatado, entusiasmada. Bernal ha asegurado que se sentía "muy emocionada" de haber repartido cerca de veinte millones de euros cuando escasamente lleva un año trabajando en la administración de lotería.
El responsable del establecimiento se ha mostrado perplejo con la noticia y ha destacado que ha vendido casi todas las diez series por ventanilla. "Sólo han quedado un par de billetes para vender, como mucho", ha puntualizado, añadiendo que probablemente los agraciados serán vecinos del pueblo "porque el negocio tiene una clientela muy fiel y hay poca gente que compre de paso".
Gómez ha explicado que este sábado no estaba siguiendo el sorteo de Reyes porque estaba con su pareja y su hijo pequeño, disfrutando de los regalos. "Me han llamado para decirme que había vendido el primer premio, pero pensaba que era una tomadura de pelo hasta que he empezado a recibir muchas más llamadas y he interpretado que no podía ser que todo el mundo me quisiera gastar una broma", ha detallado, visiblemente contento. En la administración responsable de repartir la suerte se han acercado muy pocos compradores de los 98 billetes del 94974.
Habla una afortunada
Una de las pocas afortunadas que se ha dejado ver ha sido Cati, una señora vecina del pueblo que ha explicado que tiene un décimo compartido con su hermana. Ella sí estaba siguiendo el sorteo, y en un primer momento se ha pensado que no había ganado nada. Hasta que le han avisado que el número que tenía su hermana sí había sido agraciado: "No podía creerlo". Esta afortunada ha dicho que compraron el número reinvirtiendo el dinero que les había devuelto de un billete del sorteo del Once.
"Ahora lo destinaré a pagar cosas pendientes ya hacer un regalo a mis dos hijos", ha avanzado. Los otros únicos afortunados que se han dejado ver han sido los miembros de un grupo de trabajadores del hotel Can Rafel de Cervelló que tradicionalmente comparten diez números de Reyes. Son diez amigos que participan de esta apuesta conjunta, y parte de ellos han celebrado el premio a las puertas de la administración. Como Juan Carlos y Eli, que han dicho que les corresponde "sólo un pellizquito" mientras han compartido su alegría entre copas de cava.