Las altas temperaturas y la sequía persistente están poniendo a prueba una vez más la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia en Catalunya. Mientras toda la atención informativa sigue centrada en el devastador incendio que avanza sin control en el municipio de Paüls, donde las llamas ya han arrasado más de 150 hectáreas, otro virulento frente de fuego ha puesto en alerta a la comarca del Solsonès durante la tarde de este lunes.
El incendio avanza en Pinell de Solsonès
A primera hora de la tarde, un nuevo incendio ha sorprendido a los habitantes de la Plana de la Maçana, en el término municipal de Pinell de Solsonès (Lleida). Según las informaciones confirmadas por Agents Rurals y Bombers de la Generalitat a través de sus canales oficiales, el fuego se ha originado en una zona agrícola, afectando principalmente a campos de cereal sin segar y amenazando también una masa forestal húmeda que, afortunadamente, ha contribuido a ralentizar la virulencia de las llamas en algunos puntos.
El incendio ha alcanzado una superficie provisional de unas 15 hectáreas, según datos facilitados por los Agents Rurals alrededor de las 16:00 horas. Desde los primeros minutos, la respuesta ha sido contundente: los Bombers han desplegado hasta 27 dotaciones terrestres y siete medios aéreos para intentar frenar la progresión del incendio y proteger las masías y una granja de cerdos situadas en la zona. Los equipos de extinción han utilizado la técnica del "foc tècnic", una maniobra que consiste en provocar pequeñas quemas controladas para limitar el avance de las llamas y evitar que el incendio se propague descontroladamente hacia zonas aún no afectadas.

Situación complicada: dos frentes activos y peligro para explotaciones agrícolas
El fuego, que se ha declarado en plena campaña de cosecha, ha avanzado con rapidez por los campos de cereal, favorecido por la vegetación seca y las condiciones meteorológicas adversas. Según han informado los Bombers en su último balance, el frente de avance principal y el flanco izquierdo continúan abiertos y activos, lo que dificulta las tareas de control. La presencia de una mancha forestal húmeda ha impedido que el incendio adquiera una mayor intensidad en una de sus zonas críticas, pero la situación sigue siendo preocupante, especialmente por la proximidad de explotaciones agrícolas y ganaderas.
Los servicios de emergencia han pedido precaución a la población de la zona y han recomendado seguir en todo momento las indicaciones de Protecció Civil, que no descarta ordenar confinamientos puntuales si la evolución del humo o el avance de las llamas lo hiciera necesario.
El operativo coordinado por Bombers de la Generalitat ha sumado efectivos con el paso de las horas: en los primeros momentos del siniestro, se movilizaron 14 dotaciones (cuatro de ellas aéreas), pero ante el aumento de la superficie afectada y la dificultad para frenar los frentes activos, el dispositivo se ha ampliado hasta alcanzar las 27 dotaciones y siete aeronaves, entre helicópteros y aviones de vigilancia y ataque.
Las imágenes compartidas por los cuerpos de emergencia muestran una extensa columna de humo blanco y marrón visible a kilómetros de distancia, una señal inequívoca del carácter agrícola y forestal del incendio. La situación se mantiene en constante evolución, y los técnicos insisten en la importancia de no bajar la guardia mientras los dos principales frentes permanezcan sin control total.