En una jornada marcada por temperaturas extremas y máxima tensión en el territorio, una nueva emergencia ha alterado la normalidad en una de las principales rutas ferroviarias del país. El impacto del calor, sumado al alto riesgo de incendio forestal que se mantiene activo desde primera hora, ha vuelto a poner a prueba la capacidad de respuesta de los equipos de emergencia.
El fuego obliga a cortar la circulación ferroviaria
Los hechos se han desencadenado poco antes de la una del mediodía, cuando un incendio de vegetación en Sant Vicenç de Castellet ha comenzado a avanzar en una zona agrícola próxima a una de las infraestructuras clave de la red de trenes de Catalunya. Las condiciones del día, con calor sofocante y humedad baja, han favorecido que las llamas se propagaran con rapidez y pusieran en peligro no solo los terrenos agrícolas, sino también las propias vías del tren.
Fuentes oficiales de los Bombers de la Generalitat han informado que el incendio presentaba una intensidad media, afectando especialmente al flanco izquierdo del perímetro, que quedó anclado a las vías del tren, mientras que el flanco derecho logró atravesarlas, incrementando la peligrosidad de la situación. Ante este escenario, y para garantizar la seguridad de pasajeros y personal ferroviario, se ha solicitado la interrupción inmediata de la circulación de trenes en el tramo afectado.

Trenes detenidos y transporte alternativo en plena ola de calor
La decisión de cortar el tráfico ferroviario ha sido adoptada por Protección Civil y Adif a petición de los Bomberos, activándose el protocolo de prealerta FERROCAT. El corte afecta de forma directa a la línea R4 de Rodalies de Catalunya, en el tramo comprendido entre Manresa y Sant Vicenç de Castellet, y a la línea R5 de Ferrocarrils de la Generalitat entre Sant Vicenç y Manresa Viladordis.
Como medida de urgencia, se ha puesto en marcha un plan alternativo de transporte con transbordos por carretera para los usuarios que se han visto atrapados por la interrupción. La situación ha generado notables molestias entre los pasajeros y ha obligado a coordinar a equipos de emergencias, operarios ferroviarios y cuerpos de seguridad para garantizar la evacuación y el restablecimiento de la normalidad lo antes posible.
La respuesta rápida ha evitado incidentes personales, pero la imagen de los trenes detenidos y los campos humeantes se suma a una jornada en la que la alerta por incendios ya era máxima en toda la comunidad.
Otros incendios agrícolas: la lucha incansable de los bomberos
Más allá del incendio que ha obligado a cortar el tráfico ferroviario, la mañana ha estado marcada por otros dos siniestros relevantes en el territorio. En Maçanet de la Selva, un incendio agrícola iniciado alrededor de las 11:50 horas ha obligado a desplegar hasta ocho dotaciones terrestres de los Bomberos para contener el avance de las llamas, que llegaron a aproximarse peligrosamente a la carretera C-35. Gracias a la rápida intervención, el fuego ha sido finalmente controlado, evitando que alcanzara zonas forestales más extensas. Los equipos han trabajado durante horas para asegurar los puntos calientes y evitar posibles rebrotes.
Poco antes, en Sentmenat, otro incendio agrícola obligaba a la movilización de siete dotaciones terrestres y un helicóptero bombardero. En este caso, la coordinación de recursos y la rápida intervención han permitido estabilizar el incendio en apenas una hora, minimizando los daños y evitando la expansión del fuego a zonas residenciales o boscosas.