La devastadora DANA que ha golpeado a la Comunidad Valenciana ha dejado un paisaje muy desolador, y los medios de comunicación se han volcado en la cobertura de la tragedia. Cadenas de televisión, periódicos y radios han desplegado equipos en la región para documentar todas las secuelas de esta catástrofe natural, que ya se ha cobrado más de 200 víctimas.
Las imágenes de pueblos inundados, casas sepultadas bajo el barro y vehículos arrastrados por el agua han conmocionado a toda España. Y los periodistas en el lugar están relatando el drama humano que se vive en cada rincón afectado.
En esta grave situación, los reporteros no solo están informando sobre las pérdidas materiales y humanas, sino también sobre la solidaridad que emerge en estos momentos tan difíciles. Las escenas de vecinos ayudándose mutuamente, de familiares rescatando pertenencias y de voluntarios colaborando en las tareas de limpieza han sido recurrentes.
La trágica narración en Telecinco
Sin embargo, en medio de estas historias, ha habido una que ha calado especialmente en los espectadores: la muy trágica vivencia de Arantxa de Fez, reportera de Telecinco. Que en plena conexión en directo se ha visto obligada a relatar cómo la DANA ha destrozado su propia casa y la de sus padres.
Arantxa de Fez, enviada especial del programa 'La mirada crítica', estaba cubriendo los estragos de la DANA cuando la tragedia personal la alcanzó. En medio de su reportaje, tuvo que narrar entre lágrimas el estado en el que se encontraba su hogar familiar, devastado por la fuerza de la riada reciente.
“Es muy duro escuchar a mi madre así, ver cómo está mi casa, la casa en la que he vivido 20 años, todo el pueblo, como está lleno de barro". En un instante de total vulnerabilidad, Arantxa compartió con la audiencia que todos los muebles que habían sido arrastrados y acumulados en montones eran parte de su vida. De los recuerdos que habían construido sus padres en más de dos décadas.
La intensidad del momento aumentó cuando una grúa, en plena transmisión, comenzó a retirar el coche de sus padres, destrozado por la riada. Arantxa continuó hablando sobre la solidaridad de sus vecinos y amigos, quienes no dudaron en acercarse a ayudar.
“Durante todo el día muchos vecinos vinieron a echar una mano, mis amigas, gente del pueblo con la que te cruzas pero con los que nunca has hablado. Su solidaridad ha sido enorme”, relató conmovida, destacando el apoyo que ha recibido en estos momentos de angustia.
Las palabras de Arantxa reflejan el dolor de todas las personas que han perdido sus hogares y bienes en esta tragedia. Más allá del rol de periodista, en ese momento se convirtió en una víctima más de la DANA.
Un testimonio de primera mano del impacto que esta catástrofe ha tenido en tantas familias de la Comunidad Valenciana. Su relato en directo ha recordado a los espectadores que, tras cada número de afectados, hay historias personales de pérdida, dolor y resiliencia.