Un domingo que prometía ser tranquilo se ha teñido de luto en las carreteras españolas. Un grave siniestro vial ocurrido a mediodía ha dejado un balance desolador, con una vida perdida y una comunidad conmocionada.
El suceso ha provocado, además, importantes complicaciones en la circulación de una de las arterias principales de comunicación, obligando a las autoridades a tomar medidas drásticas para gestionar la situación y asegurar la zona mientras los servicios de emergencia trabajaban en un escenario desolador.
El fatídico evento tuvo lugar este domingo, 20 de julio, en torno a las 12:30 horas. El punto exacto del siniestro fue el kilómetro 228,00 de la autovía A-68, una vía que conecta la cornisa cantábrica con el Mediterráneo y que soporta una alta densidad de tráfico, especialmente durante los fines de semana.

El accidente se produjo en el tramo que discurre a la altura del barrio rural de La Cartuja Baja, en Zaragoza, en sentido Castellón. Según las primeras informaciones confirmadas, a consecuencia del impacto, una persona ha fallecido. En el mismo vehículo viajaban otras dos personas que, afortunadamente y casi de manera milagrosa, resultaron ilesas, aunque sin duda marcadas por la tragedia presenciada.
Intervención de la guardia civil y corte de la vía
La magnitud del accidente activó de inmediato un amplio dispositivo de emergencia. Varias patrullas de la Guardia Civil de Tráfico se desplazaron con celeridad al lugar de los hechos para asegurar el perímetro, atender a los implicados y, fundamentalmente, regular el caos circulatorio que comenzaba a formarse. La primera y más urgente medida fue el corte total de la autovía en dirección a Castellón.
Esta interrupción del tráfico, imprescindible para permitir el trabajo de los servicios sanitarios y de los equipos de atestados que investigan las causas del siniestro, se prolongó durante tres horas. Desde las 12:30 hasta las 15:30 horas, los conductores que se dirigían hacia el levante se encontraron con la vía completamente bloqueada.

La Guardia Civil habilitó desvíos alternativos debidamente señalizados para intentar aliviar la congestión y garantizar la fluidez en la medida de lo posible, aunque las retenciones fueron inevitables en una jornada de operación retorno para muchos. La normalidad en la A-68 no se restableció hasta bien entrada la tarde.
Un tramo con antecedentes en las carreteras de Aragón
La autovía A-68, especialmente en sus tramos cercanos a la capital aragonesa, es un punto conocido por su elevada intensidad de tráfico. Conecta el polígono industrial de Figueruelas con la ciudad de Zaragoza y se extiende hacia el Bajo Aragón, siendo una ruta crucial tanto para el transporte de mercancías como para los desplazamientos de particulares.
Aunque se han realizado mejoras en su trazado en los últimos años, con la conversión de la antigua N-232 en autovía, sigue siendo escenario de accidentes de diversa consideración.