No todos los días los servicios de emergencia deben movilizar helicópteros y equipos especializados para asistir a una persona en estado crítico en plena naturaleza. Lo que debía ser una tarde de vuelo y disfrute de paisajes espectaculares acabó convertida en una escena de máxima tensión y rapidez.
La tarde del martes, un grave accidente de aviación sacudió a la comarca del Pallars Jussà, en un entorno rural que acostumbra a recibir aficionados al vuelo libre por sus condiciones privilegiadas. Según la información verificada por los servicios de emergencia y recogida por medios locales, una persona que practicaba vuelo con ala delta sufrió un brutal accidente al estrellarse sobre un campo de cultivo en las inmediaciones de Sant Romà, dentro del término municipal de Isona i Conca Dellà.
El aviso saltó a los pocos minutos de las 17:30 horas, momento en que el teléfono de emergencias 112 registró la alerta. La respuesta no se hizo esperar: dos dotaciones terrestres y un helicóptero de rescate de los Bombers de la Generalitat, junto a miembros del Grupo de Recolzament de Actuaciones Especiales (GRAE), se dirigieron de inmediato al lugar, acompañados de un equipo de sanitarios y un helicóptero medicalizado del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM).

El rescate y el estado crítico del herido
Las primeras imágenes e informes apuntan a la dificultad de la operación, ya que la aeronave se encontraba en una zona de acceso complicado. Los efectivos de emergencia aseguraron la zona y prestaron una primera asistencia vital al accidentado, que presentaba heridas de extrema gravedad, según han informado en El Caso. Tras estabilizarlo, los sanitarios del SEM realizaron el traslado de urgencia en helicóptero hasta el Hospital Universitari Arnau de Vilanova de Lleida, donde el herido fue ingresado directamente en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y su estado fue calificado como crítico.
Hasta el momento, las causas exactas del siniestro no han sido esclarecidas. El ala delta, un aparato de vuelo sin motor que depende de las corrientes de aire para planear, se precipitó de manera repentina y sin previo aviso. Los investigadores no descartan ninguna hipótesis, aunque por ahora todo apunta a una pérdida de control inesperada durante el vuelo.
No es el primer incidente que se produce en esta zona en las últimas semanas. El pasado 2 de julio, otro accidente conmocionó a la comunidad local cuando un parapentista cayó al pantano de Sant Antoni, en el municipio de Salàs de Pallars. Aquel día, la rápida intervención de un grupo de bañistas fue crucial para evitar un desenlace fatal. El hombre, que había perdido el control de su parapente, fue rescatado in extremis del agua tras sufrir una fractura de pelvis y diversas contusiones. También él fue trasladado al mismo hospital de referencia en Lleida, donde quedó ingresado en estado grave.