Un grave suceso ha conmocionado al barrio madrileño de Montecarmelo el pasado domingo por la tarde. Un repartidor de 27 años fue detenido tras ser acusado de agredir sexualmente a dos niñas de corta edad en el interior de un portal de una urbanización de la Avenida del Santuario de Valverde.
La rápida actuación de los vecinos, que lograron retener al sospechoso hasta la llegada de los cuerpos policiales, evitó que el individuo huyera del lugar. Tras su detención, el juez ha decretado su ingreso en prisión provisional.
Los hechos y la reacción ciudadana
El incidente tuvo lugar alrededor de las 14:30 horas del domingo, en un momento en el que las familias disfrutaban del día en la piscina comunitaria de la urbanización. Según fuentes policiales, el acusado habría aprovechado su trabajo como repartidor para acceder al interior del recinto.

Allí se fijó en un grupo de menores que jugaban cerca de los soportales. Fue entonces cuando se produjo el acercamiento a las dos niñas. La desaparición momentánea de las menores fue advertida por la madre de una de ellas, que comenzó a buscarlas en las inmediaciones. Al encontrar la puerta del portal abierta, accedió al interior y se encontró con una escena alarmante.
Alertó de inmediato a los vecinos, que salieron en su ayuda y lograron retener al sospechoso. A pesar de intentar huir, fue perseguido por varios residentes —algunos en bañador y descalzos— hasta ser interceptado en una calle paralela por un agente de paisano que colaboró en la detención.

Asistencia a las víctimas y medidas judiciales
Las dos menores fueron atendidas por los servicios médicos de urgencia en el mismo lugar y posteriormente trasladadas junto a sus padres a un centro hospitalario para su evaluación. La madre de una de las niñas necesitó atención psicológica inmediata debido al impacto emocional del suceso.
El detenido, de nacionalidad colombiana y sin antecedentes previos, trabajaba como repartidor durante los fines de semana. Fue trasladado a la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, donde se instruyeron diligencias por presuntos delitos contra la libertad e indemnidad sexual de menores.
Reacciones en el barrio y medidas de seguridad
El barrio de Montecarmelo, conocido por su carácter residencial y tranquilo, ha reaccionado con estupor ante los hechos. Muchos vecinos han expresado su preocupación por la seguridad de los menores en los espacios comunes y han pedido reforzar la vigilancia en urbanizaciones de acceso semiabierto, como la afectada.
Asimismo, diversas asociaciones de padres han reclamado medidas más estrictas en los protocolos de acceso de personal de reparto o mantenimiento a las zonas residenciales donde viven familias con menores. También han pedido mayor presencia policial en los entornos escolares y vecinales, especialmente durante los meses de verano, en los que los niños pasan más tiempo al aire libre.
La empresa Amazon, para la cual el detenido realizaba entregas a través de una empresa subcontratada, ha emitido un comunicado asegurando que el acusado ya no trabaja para ninguna de sus compañías colaboradoras y que condena enérgicamente cualquier tipo de agresión.
Asimismo, han recordado que los repartidores contratados directamente por la plataforma pasan revisiones de antecedentes, aunque señalan que no todos los colaboradores externos están sometidos al mismo control.
Un caso que reabre el debate
Este trágico episodio ha reabierto el debate sobre la seguridad infantil, la prevención de delitos contra menores y la necesidad de protocolos más exigentes para trabajadores con acceso a comunidades. Las autoridades insisten en que cualquier comportamiento sospechoso debe ser denunciado de inmediato, como en este caso, donde la intervención ciudadana fue clave para evitar que el agresor escapara.