Una tranquila mañana de sábado se ha visto teñida de tragedia tras un violento suceso que ha movilizado a un extraordinario contingente de emergencias. Lo que probablemente comenzó como un viaje de fin de semana o un desplazamiento rutinario se transformó en una escena dramática que requirió la intervención de ambulancias, equipos médicos y hasta un helicóptero.
Seis personas, entre las que se encuentran tres menores de edad, han resultado heridas de diversa consideración y han sido trasladadas de urgencia a centros hospitalarios tras el incidente.
El suceso tuvo lugar en un punto clave de la red de carreteras española, un eje que vertebra gran parte del tráfico entre el centro y el levante peninsular. La jornada transcurría con normalidad hasta que, por causas que ya se investigan, un vehículo se salió de la vía, desencadenando una respuesta inmediata y coordinada por parte de los servicios de urgencia, que trabajaron a contrarreloj para atender a los afectados en el mismo lugar de los hechos.

Un gran despliegue de medios en la A-3
El aviso llegó al Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) a primera hora de este sábado, 19 de julio. Inmediatamente, se activó un protocolo de emergencia que puso de manifiesto la gravedad de la situación. El accidente ocurrió en la autovía A-3, una de las arterias viales más importantes del país, a su paso por el término municipal de Utiel, en la provincia de Valencia.
La complejidad del siniestro y el número de víctimas obligaron a movilizar un amplio dispositivo. Al lugar se desplazaron una unidad del SAMU (Servicio de Ayuda Médica Urgente) y una unidad de Soporte Vital Básico (SVB), además de una ambulancia convencional. Dada la potencial gravedad de las heridas, el CICU también decidió enviar un helicóptero medicalizado para garantizar una asistencia rápida y un posible traslado aéreo si fuera necesario, una decisión que, como se vería más tarde, resultaría crucial para uno de los heridos.
Los equipos sanitarios se encontraron con un escenario complicado, con seis personas que necesitaban atención médica inmediata. Entre los heridos se encontraban un hombre de 61 años, una mujer de 47 y un joven de 21, además de tres menores de edad, conformando un grupo heterogéneo que refleja la tragedia que puede golpear a cualquiera en la carretera.

El delicado estado de los heridos y su traslado
Tras una primera valoración en el lugar del accidente, los servicios médicos estabilizaron a las víctimas. Cinco de los seis ocupantes del vehículo presentaban un cuadro de contusiones y heridas de carácter leve. Sin embargo, la preocupación se centró en uno de los menores, cuyo diagnóstico era mucho más severo: politraumatismo. Este tipo de lesiones múltiples pueden poner en grave riesgo la vida del paciente y requieren una atención especializada de máximo nivel.
En un primer momento, y siguiendo el protocolo de actuación, los seis heridos fueron trasladados al centro hospitalario más cercano con capacidad para atender una emergencia de este tipo, el Hospital de Requena. Los equipos de emergencias trabajaron con una sincronización impecable para asegurar que todos recibieran la asistencia necesaria en el menor tiempo posible.
No obstante, debido a la gravedad de las lesiones del menor con politraumatismo, los facultativos decidieron que necesitaba cuidados más específicos. Fue entonces cuando el helicóptero medicalizado de la Generalitat, que se había mantenido en alerta, entró en acción.
El niño fue trasladado por vía aérea desde el lugar del siniestro hasta el Hospital Universitari i Politècnic La Fe de València, un centro de referencia en la comunidad y uno de los más preparados de España para tratar grandes traumatismos, especialmente en pacientes pediátricos. Este rápido traslado aéreo fue fundamental para ofrecerle las máximas garantías de recuperación.