Imagen de la cuidadora

La surrealista excusa de la cuidadora detenida por maltrato en la guardería: 'Tenía..'

Cabreo masivo en las redes tras su respuesta

La detención de una cuidadora en una guardería ha causado conmoción en la comunidad local y desatado una fuerte polémica en redes sociales por la inesperada excusa utilizada para justificar sus actos. La mujer, acusada de maltratar a una menor de apenas un año y medio, generó más indignación al intentar explicar lo sucedido con argumentos que muchos califican como insólitos.

Detalles del impactante incidente

Los hechos salieron a la luz gracias a un vídeo grabado por una estudiante en prácticas de 17 años. Las imágenes muestran cómo la cuidadora maltrata violentamente a una pequeña, a quien  intenta obligar a comer mediante golpes y sacudidas que terminan con la niña golpeándose la cabeza. La viralización del vídeo provocó la inmediata actuación de la policía, que detuvo a la empleada junto con otras trabajadoras del centro educativo implicadas en distintos grados en el incidente.

La empleada detenida, Raquel, de 45 años,  fue despedida rápidamente tras conocerse los hechos, pero lejos de mostrar arrepentimiento, sorprendió con una justificación surrealista en medios nacionales.

"Tenía un mal día": la polémica justificación

Al ser interrogada sobre el suceso, Raquel admitió que "quizás me pasé un poco", aunque inmediatamente matizó su declaración argumentando que los padres presionan excesivamente a las cuidadoras cuando los niños se niegan a comer. Según sus palabras, la situación llegó a ese punto porque la menor en cuestión "no comía nunca" y la cuidadora estaba atravesando "un mal día".

En un intento de justificar sus actos, añadió que previamente la niña la había mordido y escupido, tratando de minimizar su responsabilidad afirmando que fue un incidente aislado. Además, insistió en que mantenía una buena relación con la pequeña, explicando que la niña le había dado un beso después de comer.

La actitud desafiante de la cuidadora ha generado indignación adicional. Lejos de asumir su error plenamente, ha acusado a los medios de comunicación de ser responsables directos de su despido y de arruinar su vida personal, señalando sus problemas económicos y familiares como consecuencia directa de la difusión del vídeo.

Padres y madres de otros niños del centro expresaron públicamente su consternación. Una madre cuestionó duramente la actuación de Raquel, obteniendo respuestas frías y desafiantes por parte de la empleada, quien incluso sugirió a la afectada tomar "un lexatin" para calmar su ansiedad. Estos intercambios han elevado aún más la tensión en torno al caso, incrementando el malestar general.

Tras la detención, la justicia dictaminó la libertad provisional de Raquel y las otras trabajadoras implicadas, imponiéndoles como medida cautelar la obligación de presentarse mensualmente ante el juzgado y prohibiendo cualquier actividad laboral relacionada con menores. Mientras tanto, al menos seis familias afectadas ya han presentado denuncias formales contra el centro.