Un agente de policía de espaldas en una carretera con señales hacia Girona y Barcelona.

Situación complicada en la B-20 y la C-60: Largas colas por un accidente y una avería

Dos de las principales vías barcelonesas se ven afectadas por distintos incidentes

El tráfico matinal en las carreteras del área metropolitana de Barcelona se ha visto seriamente afectado este miércoles por dos incidencias diferentes. Por un lado, en la Ronda de Dalt (B-20) a la altura de Collserola, un accidente ha obligado a cerrar uno de los carriles en sentido Llobregat. Por otro, en la C-60, un turismo averiado en el interior del túnel de Parpers ha generado retenciones entre Argentona y la Roca del Vallès.

Un carril cortado en la B-20

La primera alerta saltó a primera hora, cuando el Servicio Catalán de Tránsito notificó el accidente en la B-20. Según las primeras informaciones, el siniestro se produjo a la altura de Collserola, y las consecuencias han llevado a cortar temporalmente un carril en sentido Llobregat. Como resultado, las retenciones no tardaron en formarse, alargándose desde el Nus de la Trinitat hasta el punto del incidente.

Los conductores atrapados en esta zona han reportado demoras significativas, a pesar de la intervención de los servicios de emergencia para retirar los vehículos implicados. Por el momento, no se ha confirmado si hay personas heridas ni la gravedad de sus lesiones. Tampoco se conoce el número exacto de coches inmersos en la colisión, pero sí la importancia de la afectación, que ha continuado al menos hasta bien entrada la mañana.

Avería en el interior de un túnel de la C-60

Casi en paralelo, en la C-60 se ha registrado otra incidencia igualmente problemática. Un turismo con una avería mecánica ha quedado inmovilizado en el interior del túnel de Parpers, sentido Granollers. Este suceso ha obligado a cerrar uno de los carriles, generando un cuello de botella y una congestión que se ha extendido entre Argentona y la Roca del Vallès. Los técnicos de mantenimiento y las patrullas de tráfico han estado sobre el terreno para gestionar la situación y agilizar la retirada del coche.

La combinación de ambos percances ha complicado la circulación en buena parte de la red viaria que conecta el norte y el centro de la conurbación barcelonesa. Muchos usuarios han optado por buscar rutas alternativas, pero la afluencia de vehículos y la hora punta han incrementado la densidad en vías cercanas. Además, los paneles luminosos de la Ronda de Dalt y la C-60 han informado en tiempo real de la situación, recomendando extremar las precauciones y mantener la paciencia hasta que la calzada volviera a estar despejada.

Pasados varios minutos, la incidencia de la B-20 seguía latente, con el carril cortado y un notable atasco, aunque las asistencias trabajaban para restablecer la normalidad lo antes posible. Mientras tanto, en la C-60, la avería del turismo seguía afectando la movilidad en el interior del túnel de Parpers, con retenciones de varios kilómetros. Los operarios intentaban remolcar el vehículo fuera del corredor, una labor delicada por la dificultad de maniobrar en espacios reducidos y con tráfico intenso.

Las autoridades aconsejan a los conductores que se desplacen por estas zonas planificar el viaje con antelación y, si es factible, posponerlo o buscar vías secundarias menos congestionadas. También resulta fundamental mantener la atención y respetar las distancias de seguridad para prevenir choques en cadena, algo relativamente frecuente cuando se producen frenazos bruscos en medio de retenciones.