La ciudad de Tortosa ha vivido un inesperado suceso la noche de este lunes cuando una persona cayó de forma accidental en el canal vacío de la margen derecha del Ebro. El incidente ocurrió alrededor de las 19:37 h, momento en que varias llamadas al 112 alertaron de la situación. Los Bombers de la Generalitat, junto con personal sanitario del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), se presentaron con rapidez para socorrer a la víctima.
La persona herida, de identidad no trascendida, caminaba por la zona cuando, por motivos todavía desconocidos, se precipitó al interior del canal vacío. A diferencia de otras ocasiones, el cauce no llevaba agua, pero la altura y la caída supusieron un impacto severo. Los primeros en llegar fueron los bomberos, quienes comprobaron que el herido presentaba diversas contusiones y requería movilización con estrictas medidas de seguridad.
Las maniobras de rescate se llevaron a cabo combinando la inmovilización en una camilla especial y, posteriormente, la extracción del paciente con el apoyo de la autoescalera. Esto permitió un izado controlado hasta un nivel seguro, evitando mayores riesgos para la víctima. El SEM se encargó de valorar el estado de salud, mientras los efectivos de bomberos coordinaban la logística necesaria para superar la altura del canal.
Ubicación peligrosa
En total, tres dotaciones se movilizaron para llevar a cabo esta intervención. La principal dificultad fue ubicar correctamente la autoescalera y asegurar la zona, pues el acceso al canal era estrecho y la luz era escasa debido a la hora tardía. Aun así, la pericia de los profesionales logró salvar las distancias y el herido pudo ser entregado a los servicios sanitarios sin mayor demora.
Una vez en superficie, se procedió a estabilizar al paciente. Se desconoce el alcance de las lesiones, pero se sabe que fue trasladado a un centro hospitalario para su examen en detalle. Aunque no se han dado a conocer las causas exactas de la caída, algunas hipótesis apuntan a un resbalón o un descuido por la falta de visibilidad en el momento del accidente.
El canal de la margen derecha del Ebro, al hallarse sin agua, puede crear una falsa sensación de seguridad en quienes transitan cerca, sin prever que las paredes del cauce son altas y sin protección en ciertas zonas. Este episodio sirve como recordatorio de la importancia de mantener la atención incluso en espacios aparentemente tranquilos. En Tortosa, las orillas y canalizaciones del Ebro ofrecen un paseo agradable, pero pueden volverse peligrosas si no se respetan límites o se descuida la iluminación.