Bomberos trabajando en un incendio en una casa rodeada de árboles sin hojas.

Se quema una barraca de madera: Los bomberos salvan a los animales

Su intervención ha sido crucial

La tarde transcurría con calma en el Camí de la Juncadella, en la zona rural de Manresa, cuando pasadas las cinco y media se desató una emergencia inesperada. Un intenso olor a humo y el chisporroteo de las llamas pusieron en alerta a los responsables de una hípica local. De inmediato, dieron la voz de alarma al 112.

Al llegar los Bomberos de la Generalitat, se encontraron con una barraca de madera de unos 70 metros cuadrados envuelta en llamas. El fuego, que progresaba con rapidez, amenazaba con extenderse a otras zonas de la instalación ecuestre. Sin perder tiempo, los efectivos se desplegaron en torno al perímetro para evaluar la mejor manera de contener el incendio.

Desde el primer momento, la prioridad fue garantizar la seguridad de los animales que se encontraban en las cuadras cercanas. Los equipos de emergencias, con cuatro dotaciones, coordinaron con el personal de la hípica las tareas de evacuación, asegurándose de que ningún caballo u otro animal quedara expuesto al humo o al fuego. Gracias a la rápida actuación de los cuidadores, todos pudieron ser trasladados a una zona segura lejos de las llamas.

Bombero de espaldas con chaqueta roja en una escena nocturna de emergencia con vehículos y luces de emergencia.
Bombero en una imagen de archivo | ACN

Mientras tanto, las llamas iban debilitando la estructura de la barraca. La cubierta acabó colapsando parcialmente, lo que complicó las tareas de extinción. Los bomberos, protegidos con equipos de respiración autónoma, utilizaron varias mangueras y herramientas especializadas para atacar el foco principal y evitar que el incendio se propagara a otras instalaciones.

Incendio controlado con celeridad

A pesar de la magnitud del fuego, las llamas quedaron controladas en un plazo relativamente corto. Algunos testigos relatan cómo las nubes de humo eran visibles desde un punto elevado de la localidad. Sin embargo, la presencia de un amplio espacio al aire libre y la ausencia de vientos fuertes ayudaron a que las llamas no alcanzaran edificios contiguos ni las áreas donde se encontraban los caballos.

Una vez sofocado el incendio, los bomberos procedieron a ventilar la zona afectada. Revisaron cada rincón para asegurarse de que no quedaran brasas ocultas que pudieran reavivar el fuego más tarde. En este proceso, los animales permanecieron bajo supervisión de los responsables de la hípica, que comentaron el susto que se habían llevado al ver la humareda tan cerca de sus caballos.

Al finalizar la intervención, se confirmó que no hubo que lamentar heridos, ni entre los profesionales de emergencias ni entre los ocupantes de la hípica. El personal veterinario, en caso de ser necesario, quedaba disponible para revisar a los animales en las horas siguientes, aunque por el momento no se han reportado consecuencias relevantes para su salud. El único perjuicio importante es el daño material a la barraca, que quedó muy afectada tras el colapso de la cubierta.

Las autoridades investigan ahora las causas que pudieron originar el incendio. No se descarta ninguna hipótesis, aunque las primeras observaciones apuntan a la posibilidad de que fuera un accidente relacionado con material de la propia instalación. Sea como fuere, la actuación rápida y coordinada de los bomberos y del personal de la hípica logró evitar que el suceso derivara en una tragedia mayor.

Un camión de bomberos rojo con luces azules en el techo y la palabra
Camión de Bomberos | @bomberscat, Catlane

En definitiva, el fuego sorprendió a todos en una tranquila tarde, pero el rescate de los animales y la contención de las llamas se convirtieron en la muestra de un trabajo bien hecho. La presencia de cuatro dotaciones de bomberos resultó decisiva para controlar la situación, sofocar el incendio y garantizar el bienestar de los caballos. De esta forma, la hípica del Camí de la Juncadella recupera poco a poco la normalidad, aunque el susto perdurará en la memoria de quienes vivieron el episodio en primera persona.