Una familia del municipio de Pals, en el Baix Empordà (Girona), ha vivido una auténtica pesadilla este pasado domingo por la noche, al descubrir que su perro había sido tiroteado dentro del jardín de su propia casa mientras ellos no estaban. El caso ha conmocionado a vecinos y protectoras, que ya piden justicia por lo sucedido.
Los hechos ocurrieron entre las 21:00 h y las 22:30 h, cuando los propietarios del animal salieron a cenar dejando al perro en el jardín, como hacían habitualmente. A su regreso, encontraron a su mascota malherida, arrastrándose por el suelo y sangrando. Pensaron inicialmente que podía haberse caído o haber sufrido un golpe accidental, por lo que lo llevaron de inmediato a una clínica veterinaria de urgencia.
Un diagnóstico que hiela la sangre
Una vez en la clínica, el veterinario descubrió algo mucho más grave de lo que imaginaban. El perro presentaba una fractura en una vértebra provocada por el impacto de un proyectil. Según confirmó la propia clínica, el animal había sido tiroteado por alguien desde el exterior de la finca, y la bala había afectado gravemente la movilidad de sus patas traseras.

El proyectil, además, no se pudo extraer durante la operación, por motivos de seguridad médica. El animal fue intervenido de urgencia, pero el daño neurológico ya estaba hecho: su capacidad de caminar quedó comprometida. Los propietarios, devastados, presentaron inmediatamente una denuncia ante los Mossos d'Esquadra.
Las cámaras no captaron al agresor
La vivienda cuenta con cámaras de seguridad que graban el interior del jardín, y las imágenes ya han sido revisadas por los investigadores. En ellas puede verse al perro herido arrastrándose y luchando por moverse tras el disparo. Sin embargo, no se aprecia la figura del autor ni el momento exacto del disparo.

Por ello, los Mossos trabajan ahora con grabaciones de otras cámaras de viviendas cercanas para intentar localizar al responsable. También se ha presentado una ampliación de la denuncia con el informe veterinario completo, y la familia está valorando emprender acciones legales adicionales.
Paralelamente, han difundido el caso a través de las redes sociales, buscando testigos o vecinos que hayan podido oír algún disparo o ver a alguien merodeando por la zona esa noche.
Un acto cruel e injustificable
Este acto de violencia ha generado una ola de indignación en la comunidad local y más allá. Varias entidades animalistas han condenado lo sucedido y piden que se endurezcan las penas para quienes cometan actos de maltrato animal con armas de fuego. En muchos municipios catalanes, este tipo de delitos no son aislados, pero raramente se da un ataque tan grave en un domicilio privado y con un arma de este tipo.
La familia, profundamente afectada, ha compartido imágenes del animal y ha agradecido las muestras de apoyo recibidas. También ha pedido que si alguien tiene información, por mínima que sea, contacte con los Mossos o les haga llegar datos a través de sus redes.
El detalle más estremecedor
Lo más impactante del caso es que, según ha confirmado el veterinario responsable, el disparo se realizó a muy corta distancia y con total precisión, lo que indica que no fue un accidente ni un acto fortuito, sino un ataque totalmente intencionado contra un animal indefenso.
Esto refuerza la hipótesis de que el agresor conocía la ubicación del perro y actuó con total frialdad, posiblemente desde fuera de la finca, con un arma de aire comprimido o incluso de fuego real. Ahora, la investigación sigue abierta. Y una familia espera justicia mientras cuida, con impotencia y rabia, a su perro, que lucha por volver a caminar.