La mañana de este miércoles ha arrancado con una alerta de máxima gravedad después de producirse una fuga de ácido clorhídrico en la planta potabilizadora de agua situada en el municipio de Abrera. El incidente, comunicado por Protecció Civil a través de una alerta oficial bajo el plan de emergencias PLASEQCAT, ha generado momentos de tensión debido al potencial peligro químico que supone este tipo de sustancia.
Según las informaciones oficiales facilitadas en primera instancia, la alerta se ha activado a las 6:40 horas de la mañana, cuando los equipos de seguridad y emergencias han sido alertados de una fuga de ácido clorhídrico. Este compuesto químico es especialmente peligroso por su alta corrosividad y por los graves daños que puede causar a las personas y al medio ambiente en caso de una exposición prolongada.

Desde el primer momento, Protecció Civil ha pedido a la ciudadanía que evite acercarse al lugar del incidente por precaución, mientras se valoraba el alcance de la fuga y la posible afectación a la zona circundante. Ante esta situación crítica, se han desplazado rápidamente varias unidades especializadas de los Bombers de la Generalitat, incluyendo el vehículo de riesgo químico, para controlar y evaluar el incidente en coordinación con los responsables de la planta.
Gran trabajo de los Bomberos; situación controlada
Pocos minutos después, concretamente a las 7:07 horas, se ha confirmado oficialmente que la fuga ha quedado contenida gracias a la rápida actuación de los servicios de emergencia, que han evitado que se extendiese al exterior. La afectación externa, afortunadamente, ha sido nula, y no se han registrado personas heridas ni intoxicadas.
La contención definitiva ha implicado el manejo de entre 2 y 3 metros cúbicos de ácido clorhídrico, una cantidad que, aunque parece pequeña en términos industriales, podría haber tenido consecuencias muy graves si no se hubiera gestionado con celeridad. Para lograr este resultado positivo, los equipos desplegados han utilizado materiales absorbentes específicos, lo que ha permitido confinar adecuadamente el producto químico dentro de la propia sala afectada, evitando así una mayor propagación del peligro.
Actualmente, los efectivos siguen presentes en el lugar del incidente, trabajando en las labores finales para gestionar adecuadamente los residuos derivados del vertido y garantizar que la situación quede completamente estabilizada. Se mantienen cinco dotaciones de bomberos en la planta potabilizadora con el objetivo de completar esta tarea crucial.
Este incidente ha recordado la importancia de mantener protocolos estrictos de seguridad química en instalaciones industriales y de tratamiento de aguas, especialmente cuando se manipulan productos altamente peligrosos como el ácido clorhídrico. La rápida reacción y eficaz coordinación de los servicios de emergencia han sido determinantes para evitar una situación que podría haber tenido resultados catastróficos para el entorno y para la salud pública.