Carretera con tráfico denso en un sentido y circulación fluida en el otro, rodeada de árboles y con un puente peatonal cruzando sobre los carriles.

Retenciones interminables en la AP-7: Dificultades para entrar en Barcelona

Una escena habitual en muchos domingos

El ambiente de un sábado de junio puede tornarse impredecible para los conductores, especialmente en momentos en los que la movilidad se convierte en un auténtico desafío. Son situaciones que, más allá de su frecuencia, ponen a prueba la paciencia  y la capacidad de reacción de miles de personas que, sin saberlo, quedan atrapadas durante horas en un escenario que ningún viajero desea experimentar.

Colapso vial en la AP-7 a la altura de Cardedeu y la Roca del Vallès

La tarde del 15 de junio de 2025 quedará grabada en la memoria de muchos conductores que se desplazaban por una de las arterias principales de Catalunya. Según la información compartida por el Servei Català de Trànsit a través de sus canales oficiales, se han registrado importantes retenciones en la autopista AP-7, especialmente en el tramo comprendido entre Cardedeu y la Roca del Vallès, en sentido sur, es decir, dirección Barcelona.

La alerta se activó poco después de las seis de la tarde, cuando las cámaras de la Red de Carreteras del Estado empezaron a captar imágenes de largas filas de vehículos prácticamente inmóviles. El atasco, documentado en tiempo real y visible en las imágenes compartidas en redes sociales, mostró una acumulación de camiones, turismos y vehículos comerciales en los carriles principales, en contraste con la relativa fluidez del sentido opuesto.

Coche de Mossos
Un vehículo de los Mossos d'Esquadra | ACN

La hora exacta, las 18:19, coincide con uno de los picos habituales de circulación del fin de semana, cuando muchos ciudadanos regresan de sus destinos de ocio hacia la capital catalana.

Factores detrás de las retenciones

No es la primera vez que la AP-7 protagoniza episodios de tráfico denso, especialmente en fines de semana y fechas señaladas. Este tipo de colapsos pueden deberse a múltiples factores, como accidentes, obras de mantenimiento o, como suele ser más frecuente en estas fechas, el simple incremento del volumen de vehículos que circulan por la autopista.

La combinación de turismo interno, camiones de mercancías y residentes que se desplazan para disfrutar del buen tiempo en la costa o el interior acaba generando cuellos de botella difíciles de gestionar, incluso para los servicios de tráfico más experimentados.

El Servei Català de Trànsit suele recomendar rutas alternativas en momentos de máxima congestión, pero la realidad es que las vías secundarias también terminan por saturarse, dejando a los conductores pocas opciones para evitar las largas esperas. Según algunos datos de años anteriores, en jornadas similares se han llegado a registrar retenciones de más de diez kilómetros en este mismo tramo.

El impacto en los conductores y la economía local

Las consecuencias de estas retenciones van mucho más allá del simple malestar de los afectados. El tiempo perdido en los atascos repercute en el transporte de mercancías, en la puntualidad de los trabajadores y en la planificación de actividades personales.

Además, las largas esperas bajo el sol y las altas temperaturas propias del mes de junio añaden un punto de tensión extra que puede desembocar en situaciones de estrés o pequeños incidentes en la carretera.

Un coche de policía estacionado frente a un edificio con una persona caminando en el fondo.
Coche de los Mossos d'Esquadra | ACN

Por otro lado, los negocios de restauración y áreas de servicio próximas a la autopista experimentan un aumento de clientes en estos episodios, aunque no siempre se trata de visitas planificadas sino de paradas obligadas por la imposibilidad de avanzar.

Un problema estructural sin solución inmediata

Las retenciones registradas hoy en la AP-7, entre Cardedeu y la Roca del Vallès, vuelven a poner sobre la mesa la necesidad de buscar soluciones estructurales a los problemas de movilidad en las entradas y salidas de Barcelona. A pesar de los intentos de mejorar la red viaria y de fomentar el uso del transporte público, la realidad demuestra que el tráfico sigue siendo un problema endémico, especialmente en jornadas de alta demanda.