A lo largo de la tarde de este sábado, la tranquilidad habitual de una zona agrícola del interior catalán se ha visto alterada por un suceso que ha movilizado a decenas de efectivos de emergencias. En un escenario marcado por las altas temperaturas y la sequía acumulada de los últimos meses, un incendio ha obligado a desplegar una intervención masiva de los servicios de extinción, poniendo a prueba la coordinación y rapidez de las dotaciones terrestres y aéreas de bomberos.
El episodio, que ha generado inquietud entre los vecinos y trabajadores de la zona, ha puesto de manifiesto una vez más los riesgos asociados a la época estival y a la gestión de los residuos agrícolas, un tema recurrente en la prevención de fuegos en el ámbito rural catalán.
El incendio se declara en plena tarde y obliga a una gran movilización
Los hechos se han producido durante la tarde del 15 de junio de 2025, cuando los Bomberos de la Generalitat han recibido el aviso de un incendio en una zona agrícola próxima a la localidad de Masquefa, en la comarca de l’Anoia.

El fuego, que ha comenzado alrededor de las 16:17 horas en el entorno del Maset, ha avanzado rápidamente a causa del material vegetal seco y las condiciones meteorológicas favorables para la propagación de las llamas.
Ante la virulencia inicial del incendio, se han activado de inmediato hasta 12 dotaciones de bomberos, dos de ellas aéreas, que han tenido que posicionarse en puntos estratégicos para atacar el fuego desde varios frentes. Según fuentes oficiales, los vehículos de emergencia se han emplazado de manera coordinada para proteger infraestructuras sensibles, como una nave industrial cercana, y evitar que el fuego cruzara una carretera que marcaba el límite derecho del avance del incendio.
Actuación rápida y eficaz para frenar el avance de las llamas
La intervención de los bomberos ha sido clave para frenar la cabeza del fuego y evitar daños mayores. A pesar de la rapidez con la que se ha extendido el incendio sobre un campo de paja, los equipos de extinción han conseguido estabilizar el perímetro y controlar la situación en cuestión de horas.
Según han informado los propios Bomberos de la Generalitat a través de sus canales oficiales en redes sociales, la columna de humo, visible durante los primeros momentos, se ha vuelto inapreciable a medida que avanzaban las tareas de extinción.
Uno de los factores que ha facilitado el trabajo de los equipos de emergencia ha sido la existencia de una carretera que ha actuado como cortafuegos natural en uno de los flancos, permitiendo acotar el avance de las llamas y centrar los esfuerzos en proteger las zonas más vulnerables.
Además, la rápida decisión de enviar refuerzos, incluyendo medios aéreos, ha permitido evitar que el incendio alcanzara infraestructuras críticas y zonas habitadas.

Protección de instalaciones y balance provisional
Una de las prioridades ha sido la protección de una nave industrial ubicada en las inmediaciones del foco del incendio. La coordinación entre los distintos equipos desplazados ha logrado evitar que las llamas llegaran a esta instalación, limitando los daños materiales a la superficie agrícola afectada.
A última hora de la tarde, los bomberos seguían trabajando en la zona, aunque el grueso de los refuerzos ha comenzado a retirarse al confirmarse la contención del fuego. En total, permanecían 11 dotaciones realizando tareas de remate y vigilancia para evitar posibles rebrotes, en una jornada que ha puesto a prueba la eficacia de los protocolos de emergencia ante incendios agrícolas.