Las alarmas han vuelto a sonar con fuerza este martes, cuando el riesgo de incendio forestal se ha materializado en una situación crítica que mantiene en vilo a la población y a los servicios de emergencia. El despliegue de medios y la respuesta inmediata reflejan la gravedad de un episodio que aún está en desarrollo y sobre el que se mantiene la máxima alerta.
Un fuego agrícola obliga al confinamiento de Sanaüja y Ribelles
A primera hora de la tarde, cuando el calor y el viento dificultan aún más las labores de extinción, se ha declarado un incendio agrícola entre los núcleos de Sanaüja y Ribelles, en la comarca de la Segarra. El aviso a los servicios de emergencia ha llegado poco después de las 14.30 horas, momento en que las condiciones meteorológicas en la zona ya eran adversas y complicaban cualquier actuación rápida.
En pocos minutos, la magnitud del fuego ha hecho necesario ordenar el confinamiento de ambas poblaciones, una decisión adoptada por Protección Civil a petición de los Bombers de la Generalitat. El incendio se encuentra a apenas un kilómetro de las zonas urbanas y avanza peligrosamente hacia una franja forestal, lo que ha obligado a tomar medidas drásticas y preventivas. Los vecinos han recibido la consigna de cerrar puertas y ventanas, no salir a la calle bajo ningún concepto y evitar acercarse a la zona afectada.

La amenaza del fuego ha obligado también a cortar la carretera C-1412a entre Ponts y Sanaüja, así como diversas líneas eléctricas, dejando a parte de la comarca incomunicada y sin suministro eléctrico en algunos puntos.
Gran despliegue de medios y apoyo del sector agrícola
La intervención de los bomberos ha sido inmediata y contundente. Según las últimas informaciones, en las tareas de extinción participan ya 28 dotaciones, de las cuales seis son aéreas, un despliegue que pone de relieve la dificultad y la peligrosidad del incendio. En las primeras horas, los efectivos están centrando sus esfuerzos en el flanco derecho, que ya ha sido parcialmente anclado a una pista forestal, aunque persisten focos secundarios en el flanco izquierdo.
Una de las curiosidades de la jornada es la colaboración de los agricultores locales, que, con sus tractores, han ayudado en la apertura de cortafuegos y en el refuerzo de las tareas de contención, una imagen que refleja la solidaridad rural y la conciencia de comunidad frente a los desastres naturales. La meteorología, marcada por el calor y tormentas aisladas, complica aún más la lucha contra el avance de las llamas, que pueden cambiar de dirección de forma errática.
Aunque por ahora se ha conseguido mejorar la situación en uno de los flancos, la emergencia no se ha dado por finalizada. El incendio sigue activo y el temor a que alcance la masa forestal del Solsonès mantiene en alerta a todas las dotaciones desplegadas. El propio mensaje de los Bomberos es claro: la prioridad es evitar que el fuego se expanda fuera de la zona agrícola, ya que el potencial de afectación aumentaría exponencialmente.
La población de Sanaüja y Ribelles, así como sus alrededores, permanece confinada por precaución. Protecció Civil insiste en la importancia de seguir las indicaciones y no abandonar el domicilio mientras persista el riesgo. Por ahora, no se han reportado víctimas ni daños personales, pero sí se han registrado cortes en infraestructuras esenciales que afectan a la vida cotidiana de los vecinos.