La okupación en Catalunya se ha convertido en un tema controvertido y polarizador, especialmente en los últimos años. Muchas de las propiedades okupadas son viviendas vacías, a menudo pertenecientes a grandes propietarios o entidades bancarias. Lo que genera un debate sobre la especulación inmobiliaria y el derecho a la vivienda.
Sin embargo, los propietarios particulares también han sufrido la okupación de sus inmuebles, generando una sensación de impotencia ante la falta de mecanismos ágiles para recuperar sus viviendas. Las reformas legales en los últimos años han intentado acelerar los desalojos, pero los procesos judiciales aún pueden ser largos y complejos. Además, el aumento de los casos de okupación ha generado tensiones en los barrios donde se producen estos incidentes.
Con vecinos que denuncian un aumento de la inseguridad y del deterioro de la convivencia, como en el caso que veremos a continuación. Mientras algunos colectivos defienden la okupación como una forma de protesta ante la crisis de vivienda, otros la ven como una actividad ilegal que debe ser erradicada con mayor contundencia. El gobierno de Catalunya ha propuesto medidas para abordar la situación, pero casos como el vivido en el Vendrell ha vuelto a poner el foco en la necesidad de un cambio.
Unos okupas disparan a unos trabajadores
Según informan fuentes de 'El Caso', el viernes pasado se vivió un momento de mucha tensión en la pequeña localidad de El Vendrell. Últimamente, este municipio ya ha sido nombrado por culpa de unos graves problemas de okupación y delincuencia en la ciudad. Ahora, parece que, relacionado con el caso anterior, unos okupas han disparado a unos trabajadores que estaban simplemente haciendo su jornada laboral.
Estos obreros están levantando un edificio en el descampado que hay en la calle de la Rierra de la Bisbal. Los mismos tuvieron que presentarse delante de la comisaría de los Mossos de Esquadra para denunciar un hecho deleznable que tuvieron que vivir. Uno de ellos había recibido un disparo de una pistola de balines, y la bala se le había quedado incrustrada, provocándole una lesión leve.
Con las declaraciones de los trabajadores, los agentes ya sabían que el disparo provenía del bloque de la calle de Josep Carner, problemático por los episodios de okupación. Así pues, las autoridades locales se desplazaron hacia el lugar de los hechos para comprobar si el disparo había sido realizado desde esa ubicación. Los Mossos no pudieron ponerse en contacto con el propietario y decidieron hablar con el "líder" de los okupas, el cual les dio permiso para acceder, según informa 'Diari de Tarragona'.
Los presuntos culpables
Al entrar en el inmueble, los agentes se encontraron con dos jóvenes magrebíes de 18 y 24 años respectivamente. Tras el registro de la vivienda supuestamente okupada, los Mossos encontraron el arma con la que habían disparado a uno de los obreros. Se trataba de una escopeta de balines, la cual estaba escondida en un falso techo.
Tomando declaración de los presuntos autores, los agentes pudieron descubrir que el culpable de los hechos era el chico más joven. Además, según cuentan los mismos Mossos, el joven había disparado el arma bajo los efectos de unas sustancia estupefacientes. No obstante, la policía solo pudo denunciarle por un delito leve de lesiones, ya que el trabajador no había sufrido ninguna herida de gravedad.