Las autopistas catalanas parecen no dar tregua en los últimos días. Tras varias jornadas marcadas por incidentes de tráfico en diferentes tramos de una de las vías más transitadas del país, un nuevo accidente vuelve a poner a prueba la paciencia de cientos de conductores. Esta situación vuelve a encender la alerta sobre la seguridad vial y la gestión del tráfico en carreteras clave de Catalunya.
El suceso obliga a cortar dos carriles
El último incidente se produjo este martes en un tramo concurrido de la AP-7, concretamente en el municipio de Santa Perpètua de Mogoda. El accidente obligó a cortar hasta dos carriles en dirección sur, según informaron fuentes oficiales. Aunque por el momento se desconocen los detalles exactos del choque, la interrupción parcial de esta vía crucial causó importantes retrasos y complicó seriamente la movilidad.
Las imágenes proporcionadas por la cámara de la Red de Carreteras del Estado muestran claramente la gravedad del suceso. En ellas se observan largas colas de vehículos que se extienden a lo largo de aproximadamente seis kilómetros. Camiones, coches particulares y vehículos de reparto permanecieron detenidos o avanzando muy lentamente durante varias horas, una situación que volvió a poner en evidencia la fragilidad del tráfico en esta autopista en momentos críticos.

Alta siniestralidad en la AP-7
Este incidente se suma a una preocupante lista de accidentes en esta vía, especialmente desde que en 2021 el Gobierno español eliminara los peajes en diversos puntos estratégicos. La gratuidad impulsó un significativo aumento del tráfico y, paralelamente, de los incidentes en la carretera.
La AP-7, convertida en la arteria principal para el transporte de mercancías y también para viajes particulares hacia destinos turísticos o laborales, soporta cada día un volumen de vehículos muy por encima de sus previsiones iniciales. La siniestralidad ha aumentado en los últimos años y, especialmente durante los fines de semana o días festivos, los accidentes suelen ser frecuentes y generan grandes retenciones, complicando aún más la movilidad general en Catalunya.
Reacciones y medidas pendientes
Conductores habituales y asociaciones de transporte han expresado reiteradamente su preocupación ante esta situación recurrente. Desde hace meses, vienen solicitando al Gobierno la implementación de medidas urgentes para mejorar la seguridad y la fluidez en la circulación. Entre las soluciones planteadas se encuentra la ampliación de carriles en determinados tramos, el aumento de controles de velocidad, y una mejora en los sistemas de señalización preventiva.
Las autoridades, por su parte, siguen estudiando diversas propuestas aunque, hasta ahora, no se han aplicado soluciones estructurales que cambien significativamente esta tendencia al alza en accidentes y retenciones. El suceso de este martes vuelve a poner presión sobre el Ejecutivo autonómico y central, para que aceleren las respuestas que los usuarios demandan desde hace tiempo.
Un problema crónico con consecuencias económicas
Más allá de las molestias ocasionadas a los conductores particulares, estos incidentes recurrentes también provocan serios perjuicios económicos. Las retenciones prolongadas generan retrasos en las entregas de mercancías, incrementan los costes operativos y afectan negativamente a sectores estratégicos como el comercio o la logística.
En definitiva, el accidente registrado en Santa Perpètua de Mogoda reabre un debate más amplio: la urgente necesidad de una mejora integral de las infraestructuras viarias en Catalunya. De no tomarse medidas efectivas pronto, las autopistas continuarán siendo escenario habitual de episodios como el vivido este martes, con sus correspondientes consecuencias para la seguridad vial, la economía local y la calidad de vida de los ciudadanos.