Cuando las carreteras principales se convierten en un laberinto de colas y sirenas, cualquier plan puede venirse abajo en cuestión de minutos. La mañana de este viernes ya venía marcada por una sucesión de accidentes en la AP-7, con largas retenciones que han paralizado buena parte de la movilidad en el Vallès. Pero la situación ha ido a más: un nuevo incidente ha agravado el panorama en otro de los ejes fundamentales de acceso y salida de Barcelona.
Accidente en la C-58 y nuevo colapso vial
Poco después del mediodía, la C-58, otra de las arterias más transitadas del área metropolitana, se ha sumado a la lista negra de incidentes viales del día. Un accidente en el inicio de la C-58, en sentido norte hacia Sabadell, ha obligado a cortar uno de los carriles y ha provocado colas que se arrastran desde el Nus de la Trinitat, punto clave para miles de desplazamientos diarios entre Barcelona y el Vallès.
Las imágenes captadas por las cámaras de Trànsit dejan clara la magnitud de la congestión: largas filas de vehículos avanzando lentamente y una situación de incertidumbre para los conductores atrapados. El corte parcial de la vía no solo ha complicado la circulación en la propia C-58, sino que ha tenido efecto dominó sobre otras infraestructuras adyacentes.
Efectos en cadena: B-20, B-10 y Santa Coloma también afectados
La incidencia en la C-58 ha repercutido directamente en la movilidad de la zona norte del área metropolitana. Según las últimas informaciones de Trànsit, el accidente ha generado afectación viaria en la pota Nord/B-20 hacia Santa Coloma de Gramenet, así como en la ronda Litoral/B-10 desde la zona del Fòrum hasta el Nus de la Trinitat.
Estos puntos suelen absorber parte del tráfico desviado desde la AP-7 cuando se producen problemas en esa autopista. Pero hoy, con las dos principales vías de entrada y salida colapsadas de forma simultánea, la congestión es aún mayor.
Muchos conductores han intentado evitar las colas de la AP-7 buscando rutas alternativas, sin saber que se encontrarían con una situación similar en la C-58 y sus ramales de conexión.
Viernes negro en la movilidad de Barcelona y su entorno
Este viernes se ha convertido en un auténtico calvario para los usuarios de las carreteras del entorno de Barcelona. El primer gran atasco se ha registrado a primera hora en la AP-7, a la altura de Cerdanyola del Vallès, con un accidente que ha dejado retenciones de hasta 3 kilómetros.
Más tarde, un segundo siniestro entre Montornès y Barberà del Vallès ha obligado a cortar varios carriles y ha generado colas de más de 10 kilómetros, movilizando incluso un helicóptero medicalizado.
Ahora, el caos se traslada a la C-58 y a la red de rondas, con el riesgo de que las colas se sigan prolongando durante toda la tarde. Los servicios de emergencia trabajan contrarreloj para restablecer la normalidad, pero la elevada densidad de tráfico hace que la recuperación sea muy lenta.