Hay días en los que la rutina puede verse alterada por un incidente fuera de lo común. Los usuarios del transporte público saben que, en ocasiones, pueden ser testigos de situaciones sorprendentes que alteran la normalidad del trayecto. Pero pocos esperaban lo que ocurrió en uno de los trayectos de autobús que, hasta ese momento, se desarrollaba con total tranquilidad.
Un trayecto interrumpido por la sorpresa
Todo sucedió en la mañana del lunes, cuando una mujer accedió a un autobús urbano portando consigo una botella de salfumán. Lo que parecía ser un simple desplazamiento pronto se tornó en una escena de nerviosismo entre los pasajeros y el conductor. El salfumán, un producto altamente corrosivo y peligroso, ya supuso el primer motivo de alarma, pero la sorpresa fue a más cuando la mujer mostró actitudes inusuales y cada vez más alteradas.
El autobús, que cubría el trayecto habitual en la localidad de Anglès, en la comarca de la Selva (Girona), tuvo que detenerse cuando la actitud de la mujer generó una gran inquietud. Según los testimonios recogidos y las fuentes policiales consultadas, la protagonista del incidente empezó a increpar a algunos viajeros y mostró signos evidentes de alteración, lo que llevó al conductor a permanecer atento ante la evolución de la situación.

Intento de apropiación del autobús
El momento de mayor tensión llegó cuando la mujer, tras provocar cierto caos en el interior del vehículo, decidió dirigirse hacia la zona del conductor con la intención de hacerse con el control del autobús. Afortunadamente, el profesional logró mantener la calma y evitó que la mujer pudiera arrancar el vehículo o causar daños mayores. Algunos pasajeros, visiblemente nerviosos, alertaron rápidamente a las autoridades a través del teléfono de emergencias 112.
La llegada de los Mossos d’Esquadra fue clave para controlar la situación. A su llegada, la mujer continuaba en actitud desafiante y portaba aún la botella de salfumán. Los agentes lograron reducirla y requisaron el producto químico, asegurando tanto a los pasajeros como al propio conductor, que habían vivido momentos de angustia durante el suceso.
Actuación policial y consecuencias del incidente
Los hechos ocurrieron en Anglès, un municipio de la comarca de la Selva, donde no es habitual encontrarse con incidentes de este tipo en el transporte público. La rápida intervención de los cuerpos de seguridad evitó que la situación se agravara. La mujer fue detenida y trasladada a dependencias policiales, donde se le practicaron pruebas médicas para determinar su estado físico y mental.

Según fuentes policiales, la detenida podría enfrentarse a cargos por alteración del orden público y por poner en peligro la seguridad de los pasajeros. El uso del salfumán en espacios públicos está estrictamente prohibido por los riesgos que conlleva para la salud y la seguridad, lo que agrava la gravedad del incidente.
Seguridad en el transporte público
A pesar del susto, no se han lamentado daños personales ni materiales graves, lo que confirma la eficacia de la intervención policial y la sangre fría del conductor. Sin embargo, sucesos como este recuerdan que la seguridad en los medios de transporte es una prioridad que requiere vigilancia constante y una respuesta coordinada ante cualquier amenaza inesperada.
La noticia ha corrido como la pólvora en la localidad y ha servido para abrir el debate sobre el acceso a sustancias peligrosas y el control de su uso, especialmente en espacios públicos. Lo ocurrido en Anglès pasará a formar parte de esas historias que marcan a los viajeros y que reafirman la necesidad de estar siempre preparados para cualquier imprevisto.