Un bombero de espaldas con un helicóptero amarillo de rescate en el fondo y un lazo negro superpuesto.

Muere un niño de 3 años: Le cae un armario encima

Los servicios médicos no han podido hacer nada para salvarle la vida

Las calles de Santa Margarida i els Monjos y su entorno se preparaban para la algarabía propia del Carnaval. En una nave de Sant Quintí de Mediona, familiares y amigos se reunían para avanzar en la construcción de una carroza que prometía llevar color y música a la fiesta.

La atmósfera, impregnada de risas y entusiasmo, invitaba a pensar que sería un domingo alegre y familiar, sin otro fin que el de colaborar en la puesta a punto de un evento muy arraigado en la cultura local. Sin embargo, cuando nadie lo imaginaba, un trágico suceso cambió radicalmente el ánimo de todos los presentes.

Una ambulancia amarilla con inscripciones en catalán del servicio de emergencias médicas de la Generalitat de Catalunya.
Ambulancia | ACN

Al transcurrir la jornada, y mientras cada persona desempeñaba las tareas propias de la elaboración de la carroza, la nave se convirtió en un ir y venir de herramientas, pinturas y decorados. Desde el exterior, se oían indicaciones y se sentía esa mezcla de prisas y motivación tan típica de la preparación previa a un acto festivo. Entre este ajetreo, resultaba fácil no percatarse de algún detalle relevante o de un objeto mal colocado. Nadie pensó que aquello que parecía una simple distracción pudiera tornarse en una tragedia.

Poco después de mediodía, estalló el desconcierto en Sant Quintí de Mediona. Algunos testigos relatan haber escuchado un golpe seco que rompió de inmediato la rutina festiva. Bajo el alboroto de martillazos y conversaciones, emergieron los primeros gritos de auxilio. La llamada a los servicios de emergencia no tardó en producirse, y cuando los presentes repararon en lo que había sucedido, la conmoción era total.

La peor noticia: la víctima un niño de 3 años

A medida que las personas se acercaban al lugar, descubrieron que un niño de tan solo tres años y vecino de Santa Margarida i els Monjos había sufrido un accidente fatal: un armario se le había venido encima mientras se hallaba en la nave colaborando —en la medida de sus posibilidades— con sus seres queridos en la construcción de la carroza.

La gravedad del hecho sacudió, en cuestión de segundos, la atmósfera festiva y dejó a todos los presentes en estado de shock. Pese a la rápida reacción de las personas allí reunidas y la posterior intervención de los servicios de emergencia, nada se pudo hacer para salvar al pequeño.

Una ambulancia amarilla circula rápidamente por una carretera oscura.
Ambulancia | t_warrior, ACN, XCatalunya

Con el paso de las horas y la confirmación de la noticia, la consternación se trasladó de Sant Quintí de Mediona a Santa Margarida i els Monjos, lugar de residencia del menor fallecido. Tan pronto como se supo lo ocurrido, el ayuntamiento decretó dos días de luto oficial, manifestando el más profundo dolor ante una pérdida tan repentina e impactante. “No hay palabras que puedan consolar ante esta pérdida”, lamentó la alcaldesa,  Esther Marmaneu, en un comunicado difundido a los medios locales.

Otros accidentes similares

Lo sucedido se suma a otro trágico accidente en la misma comarca del Alt Penedès. Apenas unos días antes, el 14 de enero, otro niño de tres años murió en circunstancias igual de dramáticas cuando una portería cayó sobre él en la localidad de Subirats. La coincidencia temporal de ambos casos ha despertado un sentimiento de dolor colectivo que va más allá de los municipios afectados, generando un clima de solidaridad y reflexión sobre la necesidad de extremar todas las medidas de seguridad posibles.

Aunque la investigación de lo ocurrido en Sant Quintí de Mediona sigue en marcha, lo cierto es que la tragedia ha dejado una profunda huella entre familiares, amigos y vecinos de la zona. Lo que iba a ser una mañana de unión y colaboración se tornó en un golpe devastador, sobre todo para los padres del niño, que vieron truncada la ilusión de preparar una actividad festiva con su pequeño.

El sentimiento de luto se une a la incredulidad y el dolor, recordando a todos que la vida puede cambiar en un instante, y que no existe consuelo suficiente cuando se pierde a alguien tan joven.