La tarde de un domingo aparentemente tranquila se vio sacudida por un suceso que ha conmocionado a todo un colectivo profesional y ha dejado a una comunidad en estado de shock. El impacto emocional, la incertidumbre sobre las causas y el dolor de los compañeros han marcado una jornada que será difícil de olvidar en el ámbito de los servicios de emergencia de Catalunya.
La emergencia comenzó a última hora de la tarde, cuando se dio la voz de alarma por un incendio en las plantas inferiores de un hotel de la costa catalana. El aviso movilizó a numerosos equipos de bomberos, sanitarios y policía, mientras el personal del establecimiento y la policía local procedían a desalojar rápidamente a los clientes y trabajadores del recinto. En ese momento, se encontraban en el interior cerca de 300 personas, que lograron salir sin sufrir heridas de gravedad, gracias a la actuación coordinada de los primeros intervinientes.
La intervención de los bomberos fue inmediata y priorizó el acceso a la zona afectada, un spa situado en la planta menos uno del hotel. Equipados con todo lo necesario para una intervención de riesgo, tres bomberos accedieron al interior guiados por una línea de vida. Sin embargo, el humo denso y la falta de visibilidad complicaron enormemente las labores de extinción y de reconocimiento del espacio.

Desenlace fatal: Un bombero experimentado pierde la vida
Durante la operación, uno de los bomberos quedó desorientado por el humo y perdió el contacto con sus compañeros, según ha informado la periodista Mayka Navarro en La Vanguardia. A partir de ese momento se activó el protocolo de emergencia para la búsqueda y rescate de personal desaparecido. La angustia creció a medida que pasaban los minutos, y varios equipos ampliaron la búsqueda, rompiendo claraboyas para ventilar y poder acceder con mayor seguridad a las zonas más afectadas.
El desenlace fue trágico: el bombero, identificado como Daniel Carme, fue hallado sin conocimiento en una de las piscinas del hotel, a donde habría caído tras perderse por la nula visibilidad. Sus compañeros lograron sacarlo al exterior y los equipos médicos trabajaron intensamente durante más de una hora para intentar reanimarlo. Finalmente, los esfuerzos resultaron en vano y se confirmó el fallecimiento por parada cardiorrespiratoria.
La noticia ha impactado especialmente porque la víctima era un bombero de amplia experiencia, muy respetado en el cuerpo, y además hijo de un oficial de Bombers de Barcelona. El suceso ha dejado completamente desolado al parque de bomberos de Pineda de Mar, donde estaba destinado, y ha motivado muestras de apoyo y condolencias de instituciones y autoridades.
Investigaciones abiertas y apoyo a los compañeros
Tras confirmarse el fallecimiento, la prioridad pasó a ser el acompañamiento psicológico de los efectivos que participaron en la intervención, muchos de los cuales tuvieron que ser relevados y replegados en el parque. Las autoridades han subrayado la importancia de apoyar a los equipos de emergencia en momentos tan delicados, especialmente cuando el accidente afecta a uno de sus propios miembros.
Los Mossos d'Esquadra han asumido la investigación del suceso, que será tratado como accidente laboral. La autopsia y la revisión del material de intervención serán fundamentales para esclarecer si algún fallo técnico o circunstancia inesperada influyó en el trágico desenlace. También se investigan las condiciones exactas en las que se produjo el incendio, que habría comenzado en la zona de la sauna del spa, así como las causas de la densa nube de humo negro que dificultó las labores de rescate.
Por otro lado, la dirección de Bombers ha abierto una investigación interna, y los responsables del operativo han destacado la profesionalidad y entrega de todos los efectivos que participaron en la emergencia.