Ya no resulta ni siquiera novedoso enterarnos de esto, pero allá va: nuevo caos en varias líneas de Rodalies a causa de una incidencia. Para más inri, esta avería se mantiene vigente desde hace unos días y, con ella, los retrasos. Ha ocurrido concretamente en la estación de Castellbisbal, alterando el panorama en las líneas R4 y R8. Durante este tiempo, las redes sociales se han llenado de quejas y mensajes de enfado por parte de los usuarios, que cuestionan la falta de soluciones ágiles y el encarecimiento del servicio.
Los retrasos que rondaban inicialmente los 15 minutos y, por el momento, parece que el tiempo de demora actual es bastante similar al de hace 24 horas. Al tratarse de un problema en la infraestructura, los técnicos de Adif llevan trabajando desde entonces para solventarlo, si bien parece que el arreglo no está resultando tan sencillo como se hubiera esperado.
Mientras tanto, el canal oficial de la cuenta R4 Rodalies emitía un escueto comunicado en redes a primera hora de la mañana, advirtiendo de que los trenes “pueden circular fuera de su horario habitual, con demoras de más de 15 minutos de media” debido a la mencionada incidencia. Ese mensaje, que buscaba informar a los usuarios, fue el detonante de un aluvión de respuestas cargadas de indignación. La expectación inicial de muchos viajeros por si la situación mejoraría a lo largo del día se transformó en decepción y enfado al comprobar que, pasadas las 24 horas, los trenes seguían sin ajustarse al horario previsto.
Algunos usuarios expresan su frustración con dureza. En un ejemplo contundente, una persona exclamó en Twitter: “Pero cómo podéis ser tan hijos de puta”, reflejando el hastío ante los reiterados problemas que sufre esta línea. Otro testimonio significativo lamenta que “llevan 4 días con la incidencia” y exige que se solucione lo antes posible, pues considera que los pasajeros “solo queremos llegar a nuestros trabajos”.
A su vez, otro usuario acusa a la empresa ferroviaria de ofrecer cada día “un servicio peor” y pide que se deje paso a otros operadores como FGC para liderar el transporte en Catalunya, aludiendo a lo que denomina un servicio “tercermundista”. Lo cierto es que el panorama se antoja complicado: con dos líneas afectadas, la demanda acumulada de viajeros se desborda en un transporte ya de por sí congestionado.
Aquellos que optan por la R8, que en muchos casos utilizan para enlazar con otros servicios o llegar a polígonos industriales, se encuentran con trenes saturados y tiempos de espera superiores a los previstos. Algo similar sucede en la R4, una de las líneas con mayor afluencia de pasajeros en la red de Rodalies, especialmente en horas punta.