Tras el devastador paso de la DANA por la Comunidad Valenciana, el panorama es desolador. Las lluvias torrenciales y las inundaciones han dejado numerosas zonas en situación crítica, afectando viviendas, infraestructuras y, en el peor de los casos, cobrando vidas. En respuesta a esta catástrofe, la solidaridad de los ciudadanos ha sido inmediata y contundente.
Miles de personas se han volcado en ayudar, ya sea con donaciones materiales, ofreciendo sus hogares para los damnificados o desplazándose como voluntarios a las áreas más afectadas. Sin embargo, este gesto de altruismo ha topado con la frustración y la impotencia al enfrentarse con una organización deficiente y, según algunos testimonios, caótica.
La indignación de un voluntario
Joan Guanter i Ruiz, uno de los voluntarios que se desplazó hasta el municipio de Xiva, expresaba su frustración en redes sociales. Según relata en un tuit que ha recibido amplia difusión, él y otros 750 voluntarios se encuentran “paralizados” en el lugar, sin posibilidad de ayudar ni de acceder al pueblo.
“Ahora mismo hay 750 voluntarios paralizados en Xiva, con órdenes de que no entremos al pueblo”, explicaba en su publicación. Además, añade que han estado detenidos dentro del autobús sin realizar ninguna actividad durante más de cinco horas, yendo “de un lado a otro” sin ninguna instrucción clara.
La crítica de Guanter apunta directamente a la gestión de la Generalitat, concretamente a la administración liderada por Carlos Mazón. “750 personas organizadas por la Generalitat de Mazón para hacer NADA”, añade con evidente indignación, calificando la situación como una especie de “turismo de catástrofes”.
Su mensaje refleja la gran frustración y el sentimiento de impotencia de muchos voluntarios que se desplazaron con la intención de colaborar en la reconstrucción y el rescate. Pero que, debido a la falta de organización, se han visto obligados a permanecer inactivos.
Más tarde, Guanter continuaba denunciando la situación en otro tuit: “Nos dicen que nos vuelvan a Valencia. Definitivamente, la Generalitat ha organizado a voluntarios para nada. Estoy flipando”.
Este mensaje confirma que, finalmente, los 750 voluntarios fueron enviados de regreso sin haber podido colaborar en las labores de ayuda. La palabra “flipando” resume el desconcierto y la incredulidad de aquellos. Que, después de horas de espera, han sido enviados de vuelta a sus hogares sin haber cumplido con su misión solidaria.
Nadie lo entiende
La situación que describen estos voluntarios ha provocado un aluvión de críticas en redes sociales. Muchos usuarios expresan su apoyo y empatía hacia los afectados, pero también exigen explicaciones sobre la gestión de los recursos humanos en momentos de emergencia. La falta de una coordinación adecuada no solo ha generado frustración entre los voluntarios, sino que también ha dejado sin asistencia a algunas de las zonas más perjudicadas por la DANA.
Este episodio plantea serias dudas sobre los protocolos de gestión de voluntariado en situaciones de emergencia. Los voluntarios son un recurso fundamental en contextos de catástrofe, pero su efectividad depende de una organización eficiente y de una comunicación clara.
La experiencia de Guanter y sus compañeros sugiere que, en esta ocasión, los mecanismos de coordinación no funcionaron como deberían. Desaprovechando el esfuerzo y la voluntad de quienes acudieron al llamado de auxilio.