Una densa columna de humo negro rompió la tranquilidad de la sobremesa este jueves. Las llamas devoraban con ferocidad un vehículo estacionado en la vía pública, generando una alarma inmediata entre los vecinos. El fuego, de origen repentino, creó una escena de gran tensión y expectación.
La rápida propagación de las llamas amenazaba con extender los daños a los coches cercanos. El suceso obligó a una intervención urgente de los equipos de emergencia para controlar la situación.
El incidente, que afortunadamente no causó heridos, movilizó a los servicios de extinción rápidamente. La espectacularidad del fuego atrajo la mirada de numerosos curiosos que observaban desde una distancia prudencial. El calor desprendido era tan intenso que se podía sentir a varios metros de distancia del foco. La situación representaba un peligro evidente en una zona residencial a plena luz del día.

Alarma a mediodía en la Cerdanya
Los hechos ocurrieron en la comarca de la Cerdanya, concretamente en la localidad gerundense de Puigcerdà. El aviso a los servicios de emergencia se registró a las 14:13 horas, un momento de gran actividad en la zona. La Travessera de Volart fue el escenario exacto donde se desató el virulento incendio. Esta calle, ubicada en el municipio pirenaico, se convirtió en el centro de todas las miradas. La intervención fue crucial para evitar que las consecuencias fueran todavía más graves.
La llamada al teléfono de emergencias 112 activó de inmediato el protocolo de actuación para este tipo de siniestros. Los residentes y transeúntes fueron los primeros en dar la voz de alarma al ver el coche ardiendo. La preocupación principal era que el fuego pudiera alcanzar las fachadas de los edificios colindantes. Además, existía el riesgo de que el depósito de combustible del vehículo pudiera explotar.
Rápida intervención de los bomberos
Dos dotaciones de los Bombers de la Generalitat de Catalunya se desplazaron con celeridad hasta el lugar del suceso. A su llegada, los efectivos se encontraron con un fuego completamente desarrollado que envolvía a un turismo.
Su prioridad fue establecer un perímetro de seguridad para proteger a los ciudadanos y otros bienes. Seguidamente, comenzaron las labores de extinción utilizando agua y espuma para sofocar las llamas eficazmente.
La profesionalidad de los bomberos permitió controlar el incendio en un tiempo relativamente corto. Su actuación impidió que el fuego se extendiera a un tercer vehículo o a las viviendas cercanas. Las imágenes del suceso muestran la dificultad de la intervención en una calle estrecha con coches aparcados a ambos lados. Una vez extinguido el fuego, los equipos enfriaron la estructura del coche calcinado.
Un vehículo calcinado y otro con daños parciales
El balance final de los daños materiales fue considerable, a pesar de la rápida respuesta. El vehículo donde se originó el incendio quedó completamente calcinado, reducido a un esqueleto de metal ennegrecido.

Las llamas y el intenso calor afectaron también a un segundo turismo que se encontraba estacionado justo al lado. Este segundo coche sufrió daños parciales importantes en uno de sus laterales, la pintura y los plásticos.
Afortunadamente, y como confirmaron los propios Bombers en un comunicado, no hubo que lamentar daños personales. La ausencia de heridos fue la mejor noticia dentro de la gravedad del incidente. La imagen del coche cubierto de espuma blanca, una vez apagado el fuego, evidencia la virulencia del suceso.
Ahora se deberá iniciar una investigación para esclarecer las causas que originaron las llamas en el primer vehículo. Habitualmente, este tipo de incendios urbanos suelen deberse a fallos mecánicos o eléctricos.