La jornada de este viernes ha comenzado con una complicada situación en la autopista AP-7, a la altura del Papiol. Un camión se ha incendiado poco después del amanecer, desencadenando un despliegue de emergencias y cambios en la circulación de forma sucesiva. Lo que parecía una incidencia menor ha acabado generando atascos y confusión en ambas direcciones.
En un primer momento, el incendio del vehículo ha forzado el cierre de hasta cuatro carriles en sentido Girona. Las llamas se centraban en la tractora, por lo que los equipos de emergencia han tardado en poder retirar el remolque de forma segura. Esa circunstancia ha dificultado la labor de los operarios y prolongado la afectación en el enlace con la B-23.
Al cabo de un tiempo, las autoridades viarias han confirmado que solo quedaban cortados dos carriles, lo que ya suponía una ligera mejora para los conductores. Aun así, la congestión se mantenía notable, y las colas se iban acumulando de forma intermitente. Finalmente, se ha llegado a la fase actual, en la que solo un carril permanece cerrado, aunque las retenciones se resisten a remitir por completo.
Durante varios minutos, la circulación ha avanzado con mucha lentitud. Los paneles luminosos de la autopista han solicitado prudencia a los automovilistas y, cuando era posible, el uso de vías alternativas como la B-40. Aun así, la coordinación de los cuerpos de emergencia y del personal de mantenimiento ha permitido que no se registraran nuevos incidentes en el mismo tramo.
Mientras tanto, en sentido contrario, se ha producido el “efecto mirón” de los conductores que aminoran la marcha para observar lo ocurrido. Esa tendencia ha generado retenciones en un tramo de unos 9 kilómetros desde Cerdanyola, afectando la fluidez. Se ha recomendado a quienes debían desplazarse por la zona que planificaran rutas alternativas o anticiparan la salida.
El incendio del camión ha quedado controlado con relativa celeridad, aunque el humo y la cantidad de restos en el asfalto han ralentizado la vuelta a la normalidad. El vehículo siniestrado está siendo retirado con la asistencia de grúas y operarios especializados, en un proceso meticuloso para no causar más daños a la infraestructura. Solo cuando el fuego ha quedado completamente extinguido y las piezas calcinadas se han limpiado, se ha podido restablecer gran parte de la vía.
Largas colas también en otro tramo
Además de esta incidencia en el Papiol, la autopista AP-7 ha presentado otros puntos conflictivos esta misma mañana. En el tramo comprendido entre la Roca y Parets, así como entre Santa Perpètua y Barberà, se han detectado largas colas en sentido sur. Las causas concretas han sido el volumen de tráfico y algunos obstáculos puntuales en la calzada.
Como resultado, la AP-7 ha vivido un panorama de atascos multiplicados: el principal, motivado por el camión en llamas, y el secundario, por la acumulación de vehículos en diversos tramos. Las autoridades de tráfico mantienen la vigilancia activa para seguir la evolución de la situación. A mediodía, la densidad de vehículos seguía siendo alta, aunque con síntomas de mejoría paulatina.