No siempre las primeras versiones de un suceso logran captar la complejidad de lo ocurrido. Los hechos, a veces, se presentan envueltos en confusión, alimentada por la rapidez con la que la información circula y la presión por informar cuanto antes. En las últimas horas, uno de los sucesos más impactantes del Empordà ha dado un vuelco inesperado, sacando a la luz detalles que corrigen lo inicialmente difundido y que abren una nueva línea de investigación. Lo que parecía un simple altercado en un local comercial ha terminado por desvelar un ataque premeditado con explosivos en pleno centro urbano, cambiando radicalmente la perspectiva del caso.
Un ataque con artefacto incendiario reaviva la preocupación
El jueves por la tarde, la tranquilidad habitual del centro de Figueres saltó por los aires tras el lanzamiento de un artefacto incendiario en una conocida tienda de ropa, situada en la céntrica calle de Llàtzer. Durante las primeras horas, circularon informaciones contradictorias que apuntaban a una peluquería como escenario del suceso. Sin embargo, las investigaciones posteriores de los Mossos d’Esquadra confirmaron que el incidente se produjo en una tienda de ropa que, además, funcionaba como gestoria y compartía espacios con otros comercios bajo el nombre de Boulevard 32.
Según fuentes policiales consultadas, el responsable del ataque sería un hombre de 32 años, de origen magrebí y sin antecedentes previos, que mantenía una disputa personal con los propietarios del establecimiento. Por causas aún bajo investigación, este individuo se personó en el local durante la tarde y lanzó el artefacto, desencadenando un incendio que afectó tanto a la tienda como a las galerías adyacentes. El balance provisional deja cinco heridos leves por inhalación de humo y numerosos daños materiales.

La intervención policial y el desconcierto inicial
Nada más detectarse el humo que salía del local, los testigos dieron la voz de alarma a los servicios de emergencia, lo que permitió una evacuación rápida del edificio y la movilización de efectivos de bomberos y policía. La rápida actuación de los Mossos d’Esquadra facilitó la identificación plena del sospechoso. Curiosamente, el hombre fue finalmente detenido en Barcelona, en el CUAP Peracamps del distrito de Ciutat Vella, donde fue reconocido por unos agentes al estar pendiente de detención.
La investigación ha confirmado que una discusión ocurrida por la mañana en el mismo local pudo ser el detonante de la violenta reacción registrada horas después. La presencia del atacante y su vinculación con los propietarios del comercio sitúan el caso dentro de un contexto de enfrentamiento personal, aunque no se descarta la existencia de otros motivos, dado el historial poco claro del establecimiento y de otros comercios ubicados en el mismo boulevard.
Antecedentes y sombras sobre la actividad comercial
Uno de los aspectos que más llama la atención de este caso es la trayectoria de la tienda atacada y de los establecimientos colindantes. Según han revelado fuentes policiales, la actividad de la tienda de ropa y de otros negocios en Boulevard 32 ya había sido objeto de seguimiento en ocasiones anteriores por parte de las autoridades, debido a prácticas poco transparentes y a la existencia de antecedentes judiciales. Esto añade una capa de complejidad a la investigación, ya que los investigadores no descartan que los motivos del ataque puedan ir más allá de un simple enfrentamiento personal.
Los hechos se enmarcan en una coyuntura donde la seguridad en determinados locales comerciales del centro de Figueres ha vuelto a situarse en el foco mediático, abriendo interrogantes sobre la convivencia, la gestión de los espacios y la vigilancia policial en una de las zonas más transitadas de la ciudad.